Una supuesta narcoavioneta completamente destruida e incinerada fue hallada este sábado en el sector de Brus Laguna, en el departamento de Gracias a Dios.
De acuerdo con autoridades de la Fuerza Nacional Interistitucional (Fusina), la nave aérea se estrelló en un sector solitario de Brus Laguna y luego fue prendida en llamas quedando reducida a cenizas.
Se desconoce el paradero y el estado de las personas que piloteaban el vehículo aéreo.
Mientras que agentes de Fusina hallaron cerca de la avioneta incinerada varios galores con gasolina y paquetes que contendrían supuesta droga.
Las partes de la avioneta no tienen ningún registro, por lo que la operacion continua para encontrar informacion sobre la ruta de navegacion de la aeronave, su origen y su destino.
Por su parte, se da cuenta que el el sábado 7 de mayo otra narcoavioneta habría caído en la misma zona.
En este último caso, autoridades policiales informaron que el copiloto, que resultó afectado, fue trasladado hasta una clínica en Colón donde posteriormente expiró.
Mientras tanto se desconoce el paradero del piloto auque de acuerdo con algunas hipótesis, habría fallecido calcinado.
Al menos el 80 por ciento de la droga proveniente de América del Sur con destino a Estados Unidos pasa por Honduras, según datos oficiales.
No obstante, la actividad de las narcoavionetas -cuyo corredor principal son los departamentos de Colón y Gracias a Dios- se ha reducido en los últimos años gracias a los escudos aéreos y navales, de acuerdo con autoridades.
'La llegada de las narcoavionetas bajó 80 por ciento', dijo en febrero de 2014 el secretario de Estado de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley, William Brownfield.
Convenio
Cabe recordar que Honduras firmó el tratado de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), pero no la reforma que restringe el derribo de aviones, por lo que puede hacer interdicción de aeronaves como lo estipula la Ley de Protección de Espacios Aéreos.
El acuerdo, conocido como Convenio de Chicago, fue firmado el 7 de diciembre de 1947 y entró en vigencia el 6 de junio de 1953.
La redacción inicial de esta legislación internacional no veta la posibilidad de que un Estado use recursos para el derribo de aviones civiles.