Tegucigalpa, Honduras
Los principales actores del proceso de depuración de la Policía Nacional realizan el trabajo bajo amenazas a muerte.
Sus familiares no se han escapado de las intimidaciones, por lo que desde la mañana de este martes- empezaron a abandonar el país y en las próximas horas va a continuar la emigración a raíz de las acciones que se realizan en contra de miembros de la institución policial.
Carlos Hernández, quien es uno de los miembros asesores de la Comisión Especial de Depuración, fue el primero en sacar a su esposa e hijos del país y detalló que en las próximas horas otro de los depuradores tomará la misma determinación.
A Hernández se le consultó si la salida de su familia se debe a las amenazas que ha recibido en las últimas semanas, a lo que dijo: “lamentablemente esa es una situación que se dio, es una situación compleja, difícil, pero creo que aquí lo más importante es que toda la Comisión de Depuración, los asesores, seguimos en Honduras trabajando con fuerza, con determinación para que este trabajo pueda realizarse y llevarse a feliz término”.
El presidente de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) fue visto este lunes en el aeropuerto Toncontín de la capital, despidiendo a su parentela.
Según el también presidente del capítulo de Transparencia Internacional, otros miembros del ente depurador también sacarán a sus familias de la nación por temor a represalias.
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“Lamentablemente mi esposa y mis hijos han salido del país y otros miembros de la Comisión de Depuración están tomando las mismas decisiones porque lo que se viene en los próximos meses es muy fuerte, pero hay que seguir trabajando, ya que como padres responsables es mucho más tranquilo estar acá con mucho esfuerzo, y vamos a continuar en este trabajo y no nos detenemos”, manifestó.
La Comisión Especial de Depuración de la Policía Nacional ha evaluado a 272 oficiales de la institución, de los cuales ha decidido cancelar 106, entre los que se encuentran generales directores, comisionados generales, comisionados, subcomisionados y comisarios.
Actualmente están en el proceso de evaluación de 156 subcomisarios, pues el trabajo de depuración se inició desde la cúpula y va a concluir con los agentes de Policía.
Los miembros de la Comisión de Depuración brindaron ayer una conferencia de prensa en la que confirmaron la cancelación de los exdirectores de la Policía Juan Carlos “El Tigre” Bonilla Valladares, José Ricardo Ramírez del Cid y Ramón Antonio Sabillón Pineda.
Comparecieron, además de Hernández, Vilma Morales, Alberto Solórzano y Jorge Machado.
A los depuradores se les consultó cuál era su opinión sobre la salida de los familiares de Hernández porque han recibido amenazas, a lo que Omar Rivera detalló que “esta es una etapa histórica en la vida institucional del país, que no admite punto de retorno independientemente de cualquier amenaza y de cualquier riesgo que se pudiera presentar para los miembros de esta Comisión de Depuración”.
“Cualquier tipo de riesgo que este esfuerzo implique, vale la pena si al final del camino vamos a tener una Policía no solamente decente, sino que competente”, enfatizó Rivera.
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Siguen adelante
A pesar de las amenazas y la salida de familiares, los miembros de la Comisión de Depuración aseguran que siguen adelante.
“Con mucha fuerza seguimos y hoy la Comisión de Depuración está tomando una decisión que no ha sido fácil, es una decisión muy compleja, que es la de cancelar a tres directores generales, y esta situación solo confirma que estamos en una situación difícil en la Policía Nacional debido a que cayó en los niveles más bajos”, dijo Hernández.
Lamentablemente una institución que debió estar al servicio del pueblo hondureño estuvo al servicio de unos pocos, el crimen penetró la institución y ahora lo que toca es identificar a los buenos, que sabemos que hay muchos policías con compromiso con Honduras y con la patria, y juntos empezar a reconstruir esta institución, prosiguió.
Mientras que Rivera explicó: “no podemos dar marcha atrás y esperamos que todo el pueblo hondureño pueda apoyar este esfuerzo, tenemos que juntarnos todos para poder rescatar esta institución que es nuestra, como lo es la Policía Nacional”.
A los depuradores se les consultó si saben de dónde vienen las amenazas en su contra, a lo que dijeron que eso ya se ha denunciado y son los órganos del Estado los que van a determinar el origen de esas acciones.
Los miembros de la Comisión de Depuración han querido mantener protegidos a sus familiares, pero se dieron acciones en sus entornos hace algunas semanas y por eso se tomó la determinación, a sugerencia de las autoridades de seguridad y organizaciones de sociedad civil que apoyan el proceso de depuración, de que los familiares de los comisionados debían abandonar el país, pero siguiendo los protocolos establecidos.
Los depuradores denunciaron antes que había recibido mensajes intimidatorios o seguimientos de personas sospechosas, pero que ello no haría que desistieran de su labor.
Intentos
A pesar de las amenazas que ha recibido, Carlos Hernández dice que continúa en la lucha. “Mire, yo he estado en estas situaciones por varios años y en dos veces ha habido intentos de quitarme la vida”, contó.
Detalló que hay casos en los tribunales relacionados con personas que pagaron para quitarle la vida, pero se han tomado medidas de seguridad.
Condena
El pasado 2 de junio Transparencia Internacional condenó enérgicamente las amenazas a activistas anticorrupción, entre los que se encontraban los miembros de la Comisión Especial de Depuración de la Policía Nacional.
“Se debe garantizar la seguridad de los activistas de la sociedad civil implicados en la reforma policial e investigar las amenazas”, establecían en un comunicado que fue elaborado en Berlín.
Ante las amenazas, la organización global contra la corrupción repudió enérgicamente los intentos de intimidación contra miembros y asesores de la comisión de depuración e instó al gobierno de Honduras a adoptar medidas urgentes para proteger a los miembros de la sociedad civil que integran dicha comisión