Intimidaciones y atentados criminales que hasta luto han dejado en los rubros del transporte y en las Micros, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) a través del cobro del mal llamado impuesto de guerra ahora toca las puertas de grandes negocios en el territorio hondureño.
La extorsión es una problemática nacional que ha dejado cientos de víctimas mortales así como cuantiosas pérdidas económicas en estalecimientos comerciales que han decidido clausurar sus operaciones ante la insostenibilidad de la situación.
En la actualidad, Camiones y Motores S.A (Camosa), empresa distribuidora de maquinaria pesada ha sido objeto de dos ataques vandálicos en sus instalaciones en ocho días y se presume que es por negarse al pago de extorsión a maras y pandillas.
Aunque ambos atentados solo provocaron daños materiales en el inmueble, estos han generado alarma en la población, particularmente de los hombres de negocios e inversionistas que pretenden instalar sus negocios en Honduras.
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El modus operandi en estos actos violentos han sido personas no identificadas que se movilizan en motocicletas que aprovechan las tempranas horas del día en las que no hay mucha presencia policial-militar para cometer este tipo de agresiones que van más allá de simples amenazas.
El pasado 18 de agosto, un sujeto a bordo de un automotor de dos ruedas llegó hasta el edificio de Camosa situado en el barrio Las Brisas hacia Toncontín y comenzó a realizar varios disparos a los vidrios del local muy cerca de los camiones que tienen de exhibición.
Además, en el lugar quedó un sobre que se suponía contenía una nota extorsiva así como al menos ocho casquillos de bala que destruyeron los ventanales.
Mientras que este viernes se volvió a repetir la historia de terror, donde los agresores tenían la intención de provocar un mayor perjuicio, ya que se emplearon artefactos explosivos caseros a base de botellas de vidrio, gasolina y una mecha, pero el incidente no pasó a más.
Repudia
Un comunicado emitido por el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) subraya que 'se repudia todo acto de violencia, sin importar cual sea su procedencia y como organismo cúpula del sector privado en Honduras manifesta su solidaridad y respaldo total a los inversionistas y propietarios de Camosa por los sucesos acontecidos recientemente'.
'El Cohep considera que estos sucesos atentan contra los derechos humanos, la seguridad jurídica, el derecho a la propiedad privada y la libre empresa, siendo esta última el motor del desarrollo socioeconómico de cualquier país, ya que es la única que genera riquezas sostenibles y se traduce en bienestar para sus pueblos', agrega.
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