-Policía, se cayó mi esposa.
Rápido, tienen que rescatarla río arriba.
-Pero señor, si el río va para abajo.
¡Hágame caso, es que ella siempre le lleva la contraria a todo!
¿Por qué murió el gato, detective?
- Porque la curiosidad mató al gato.
Niños, vamos a hacer un experimento sobre la salud. Pondré gusanos en cuatro elementos a ver qué pasa...
Uno en chocolate, uno en galletas, uno en refrescos y uno en agua.
Y al día siguiente, veamos qué pasó con los gusanos.
El gusano del chocolate murió, el de las galletas murió, el del refresco también murió... pero el del agua está vivo. ¿Qué enseñanza te deja esto, Memín?
Bueno, profe, que el que come galletas y chocolates y toma refrescos no tiene gusanos...
- ¿En qué se parecen un borracho y un árbol?
En que el árbol empieza por el suelo y termina en la copa y el borracho empieza en la copa y termina en el suelo.
Pepe, ¿cuál es tu mayor defecto?
¡Uy! Que me gusta meterme en las conversaciones ajenas...
¡No sea entrometido!
Este era un perro que se llamaba Pa’Dentro
Un día le gritaron:
Pa’Dentro, pa’fuera.
VEA: Los mejores chistes de la semana (memes)
A ver, Juanito, nombra un lugar santo.
¿Santo? Pues mi habitación.
¿Cómo que tu habitación?
Pues sí, porque mi mamá cada vez que entra dice ¡Dios mío!
Pepito, ¿hace cuánto tu crees que yo nací?
Papá, no sé, dame una pista. Dime si fue antes o después de Cristo.
Amorcito, comprame un teléfono nuevo.
-¿Y el otro?
-Bueno, es que al otro le pedí un iPad.
Amor, cuando me muera tírame al río.
Bueno, ¿y por qué?
Pues porque tu madre me dijo que bailará sobre mi tumba, a ver si se ahoga...
El loco estaba pintando el suelo de azul, cuando de repente...¡Tun!
Y, ¿cómo está el agua, Valdez?
Pues buena, pero tírate más allá que aquí hay una roca.
El esposo dice a su esposa: mi amor, tengo un problema.
No digas tengo, di tenemos, tus problemas también son los míos mi amor...
Bueno, pues NUESTRA secretaria va a tener un hijo NUESTRO.
Candelario, ¿por qué nunca me compras flores?
- Pues porque no sabía que vendías...
Bendición, tía. ¿Y dónde está la cotorra?
Pero Miguelito, si yo no tengo cotorra.
Papá, ¿y por qué me dijiste que veníamos a ver a la cotorra de mi tía?
Rudecinda, no me esperes esta noche.
¿Y se puede saber por qué, Candelario?
Pues... porque ya llegué.
