Las visitas a la parroquia Inmaculada Concepción, en Danlí, se han visto incrementadas en los últimos días.
Y es que tanto feligreses católicos como no creyentes se han dado cita en el templo para observar el rastro de las supuestas lágrimas que ha derramado la imagen de María Magdalena.
Según lo manifestado por Onelia Flores, devota, la imagen comenzó a derramar lágrimas el Jueves Santo en horas de la tarde.
“A una de mis nietas le enviaron un mensaje comentándole que la imagen de María Magdalena derramaba lágrimas de su ojo izquierdo, y de inmediato acudimos a la parroquia a constatar la veracidad de la información y hoy puedo decir que es cierto”, manifestó Flores.
La señora dijo que al comprobar que de uno de los ojos de la virgen emanaba un líquido de color transparente, parecido a una lágrima, de inmediato sintió escalofríos por todo su cuerpo y un “dolor en mi corazón”, que no puede explicar. Otra creyente que se hizo presente en la iglesia para confirmar el rumor que había escuchado en las calles de la comunidad es Margarita Dubón.
“La virgen nos está invitando a permanecer en constante oración y pedir por todos nuestros hermanos para lograr mayor comunión con Dios”, expresó Dubón, luego de acercarse a la imagen religiosa para comprobar el llanto que emana de sus ojos.
Leidy Zamora, encargada del mantenimiento de la iglesia, aseguró que previó a que se presentará este fenómeno, la imagen se encontraba en perfectas condiciones.
“El Jueves Santo en horas de la mañana, cuando arreglamos la imagen de la Virgen, yo le tomé una foto pues consideré que nos había quedado muy bonita, y en ese momento el rostro de María no presentaba ningún cambio, pero en horas de la tarde me llevé la sorpresa de que la imagen estaba llorando”, dijo Zamora.
Devoción
La fe y devoción de los feligreses se han intensificado en la comunidad luego del acontecimiento, al grado que decenas de devotos llegan a diario desde diferentes lugares.
Una de las últimas visitantes fue Celsa Mejía, quien viajó desde la comunidad de El Tablón con el fin de tocar las vestiduras que portaba la imagen para luego colocar su mano sobre una de sus rodillas, que aseguró mantiene con dolor.
Mejía explicó que padece desde hace varios años de problemas en su columna, malestar que en la actualidad llega hasta sus piernas.
“No se imagina la emoción y alegría que tengo en mi corazón al ver el poder que tiene Dios, puesto que es el único que puede realizar este tipo de acciones”, expresó.
El sacerdote Martín Pastrana, párroco, dijo que la iglesia no puede confirmar ni negar la veracidad del hecho hasta que no se realice un estudio especializado que lo establezca.
“Hay que considerar la fe de las personas, pero también hay que tener cuidado, porque no podemos dejarnos llevar por signos externos, la conversión y el amor de una persona hacia Dios tienen que ser interiores y personales”, recordó el presbítero.
Pastrana explicó que si bien el Señor se manifiesta de diversas maneras, siempre hay que tener en cuenta que la fe de la población está en juego y por ello este tipo de casos deben ser investigados.