Tegucigalpa, Honduras
Todos los que trabajan en las grandes ciudades requieren de vez en cuando una bocanada de aire fresco para desintoxicar el alma y el cuerpo.
Un escape ideal para lavar hasta los malos espíritus y renovar el arraigo con la naturaleza son las cataratas de Pulhapanzak.
Este refrescante torrente de agua cristalina está localizado en la aldea de San Buenaventura, municipio de San Francisco de Yojoa, a 17 kilómetros del Lago de Yojoa.
Con solo escuchar el murmullo del agua que corre por esta fuente se llega a un nivel de relajación que solo pueden ser comparadas con las técnicas del precursor del yoga, Patanjali.
Es este encuentro con los elementos del aire, tierra y agua que convierten este espacio en el mayor atractivo del Lago de Yojoa, donde convergen hasta 10 mil turistas al año.
El ambiente natural está constituido por cuatro manzanas de terreno que han sido habilitadas para el disfrute de los visitantes. Porque una vez que pasa el proceso de conexión con la naturaleza, este sitio ofrece una recarga de aventura y relax total.
Oferta
El complejo turístico de las cascadas ofrece un baño refrescante en un río que nace a un kilómetro y medio de la zona turística.
El afluente es el rincón predilecto de los bañistas y clavadistas, quienes en diversas ocasiones dan muestras de su gallardía al escalar las rocas y caídas de agua para lanzarse al vacío y amortiguar el golpe con un baño en las refrescantes aguas.
Y para desafiar a la gravedad nada mejor que lanzarse por el canopy instalado en el complejo para admirar desde las alturas la belleza de los parejas y llevarse una postal del sitio grabada en la mente.
El recorrido por las alturas está compuesto por nueve estaciones, de las cuales las últimas cuatro tirolesas son las más excitantes porque pasan sobre la catarata.
El viaje expreso por los aires se realiza en 40 minutos, que alargan la vida de cualquiera tras pasar por esta prueba de vértigo.
Una de las postales memorables para cualquier turista es la vista que se aprecia por la famosa cueva de la zona, donde se puede divisar la caída de agua desde un ángulo privilegiado por la naturaleza.
Los atractivos emocionantes se coronan con el river tubing, un recorrido sobre un flotador gigante que es guiado por expertos que permiten a los aventureros luchar contra la corriente de agua del río local por un espacio de 45 minutos.
Para los que desean prolongar su estadía, las áreas para acampar son la mejor alternativa pues ofrecen una experiencia a campo abierto de noches estrelladas y frescas.
Los deportistas también tienen espacios especiales para prácticas el deporte rey: el fútbol o simplemente recorrer el lugar en caminatas grupales que permiten tener un encuentro con la botánica nativa y los pobladores.
Descanso
Después de tantas aventuras nada mejor que un merecido descanso en una de las seis cómodas cabañas que tiene el complejo turístico.
Las habitaciones dobles e individuales están ambientadas con un diseño campestre, pero relajante, donde se goza de un sueño reconfortante.
La modernidad solo se asoma en este remanso campestre con la instalación de la red de Internet inalámbrico que permite a los visitantes conectarse, si así lo desean, con la realidad de la cual decidieron escapar durante su estancia. Y si antes de dormir se le antoja una suculenta cena, en los restaurantes y champas puede degustar de ricos platillos preparados con ingredientes producidos en la zona.
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