La disputa de territorio o simpatizantes de maras y pandillas que violentan un código de estas asociaciones ilícitas está detrás de los hallazgos de cadáveres al interior de costales así como sábanas que son dejados en plena vía pública de barrios y colonias capitalinas.
Así lo aseguró una fuente policial consultada por EL HERALDO ante los últimos casos de jóvenes, cuyos cuerpos sin vida han aparecido encostalados en diversos puntos de la ciudad hasta en lugares de mediana-alta plusvalía que ahora son utilizados como botadero de cadáveres.
'Se ha determinado que en la mayoría de hechos son provenientes de miembros de maras y pandillas que son los que hacen ese tipo de acciones contra un miembro de mara contraria o peleando territorio por droga, extorsión y hacen eso como para amedrentar a la pandilla contraria', detalló.
El entrevistado agregó que 'otra gente es matada de esa manera porque las utilizan como mulas, les quedaron mal en la venta de drogas; no hemos encontrado en todas las investigaciones de que haya alguien que haga ese tipo de acciones que no sea miembro de maras y pandillas'.
En general las víctimas que son asesinadas de esta forma suelen ser sometidas a torturas y sus cuerpos son contorsionados e incluso mutilados para meterlos dentro de sacos de mezcal, haciendo estas atrocidades en las denominadas casas locas.
Cuatro cadáveres que ingresaron durante el fin de semana en la morgue capitalina estaban encostalados, dos de ellos eran empleados de una empresa de telefonía móvil que en su primer día de trabajo fueron enviados a realizar trabajos a la colonia El Pedregal y luego sus parientes no volvieron a saber sobre su paradero.
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Malos pasos
'Muchas veces ellos -familiares- saben en qué andan los muchachos que perecen de esa forma, algunos no son miembros de pandillas, sino simpatizantes que se dedican a la venta de droga, extorsión y si algo quedó mal proceden contra esas personas', expresó el miembro de la institución armada.
Sin embargo, indicó que en otros casos realizan esta clase de brutalidades para no dejar cabos sueltos o pistas de hechos cometidos por antisociales.
En relación a lo sitios donde dejan tiradas a sus víctimas, la fuente sostuvo que 'eso depende del lugar o territorio que está marcado por ellos', refiriéndose a los grupos criminales.
Recordó que hace algunos años este fenómeno era más frecuente en los mercados de Comayagüela y posteriormente pasó a los barrios, colonias o en la periferia de la ciudad, donde tuvo su auge, hubo un descenso, pero es una práctica delictiva recurrente.
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