Omar, un capitalino de 32 años y con tres hijos, había construido junto a su esposa Mabel una casita de madera, lo que ellos consideraban un hogar para sus vástagos.
Él trabajaba en una panadería por más de 10 horas diarias para ganar unas monedas extras, mientras su mujer vendía tortillas en su humilde choza y cuidaba a los pequeños.
Sin embargo, a pesar de la pobreza y las limitantes para darle un digno hogar a sus retoños, ellos eran felices y la tortilla con frijoles no les faltaba en la mesa. Todo iba bien para la familia, hasta que un día alguien tocó a su puerta, un joven de 15 años, con apariencia de desvelo y con maldad en su rostro.
-¿Está su esposa? -le preguntó el muchacho a Omar.
-¿Por qué? -le respondió Omar.
-Dígales que aquí le manda “La Rata” (jefe de una pandilla de la capital) -y le entregó una hoja aparentemente cortada de un cuaderno único (libro escolar). Omar la leyó y se fue corriendo donde su esposa.
-Mira amor -le dijo con cara de asustado. -Estos tipos quieren dinero.
Su casa quedó abandonada. Tiempo después sus vecinos le informaron que mejor no regresaran a ese lugar, su vivienda ahora era una “cuaca” (un nido) de delincuentes.
Tal vez este tipo de historias no sean raras para los hondureños. La extorsión y el asesinato en la mayoría de las colonia del país es el pan de cada día para miles de familias.
Según un estudio realizado por la Comisión Interinstitucional para la Protección de las Personas Desplazadas en Honduras (CIPPDH) en compañía con otras instituciones, durante el año 2004 a 2014, unas 174 mil personas se desplazaron a lo interno del país debido a la criminalidad que impera en sus colonias.
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La investigación elaborada por la CIPPDH identificó a 162 barrios o colonias que podían ser considerados como de alta concentración de población desplazada, en estos 20 municipios: Distrito Central, San Pedro Sula, Choloma, Puerto Cortés, Tela, La Ceiba, El Progreso, Olanchito, Yoro, Tocoa, Trujillo, La Esperanza, Intibucá, Marcala, Santa Bárbara, Juticalpa, Catacamas, Comayagua, Siguatepeque y Danlí.
Aunque el ente investigador señaló que de la muestra inicial solo el 4% de los hogares en las colonias visitadas respondieron a las encuestas aplicadas, debido a que en su mayoría las personas no se encontraban en su vivienda, el informe arrojó resultados significativos sobre el alcance de la violencia.
En base a los resultados, la investigación estima que en los 20 municipios seleccionados para el estudio existen unos 41,000 hogares con población que ha sido desplazada internamente por razones de violencia o inseguridad entre 2004 y 2014.
►Vea el mapa de hogares desplazados a causa de la violencia
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Desplazamiento
El informe señala que la mayoría de hogares desplazados proceden del Distrito Central (Tegucigalpa y Comayagüela) y San Pedro Sula, con 12,913 y 8,686 familias que huyeron a causa de la violencia, respectivamente .
En menor medida siguen los municipios de La Ceiba (3,918), Choloma (3,777), Comayagua (1,353) y Tocoa (1,107).
El estadio correlaciona que además que la capital hondureña y San Pedro Sula concentran la mayoría de población a nivel nacional, también han presentado altas tasas de homicidios durante el desarrollo de la proyección, lo que ayuda a medir el impacto de la inseguridad.
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Sin embargo, la investigación también ubica a estos dos municipios como los mayores receptores de unidades familiares desplazadas, por lo que se infiere que la migración es interna.
174,000personas se desplazaron porculpa de la violencia en Honduras |
Choloma acumula el 10.5% de los hogares desplazados y La Ceiba el 8.3%. Otros municipios con participación importante respecto del total de hogares desplazados son Comayagua, 6.5%; Tocoa, 4.5%; Siguatepeque, 3.9%, y El Progreso, 3.6%.
De forma puntual para corrobar el dato del traslado interno, el 97% de las personas desplazadas del Distrito Central permanece en esa ciudad, el 81% de los sampedranos siguen viviendo en San Pedro Sula, el 86% de los ceibeños continúan habitando en La Ceiba y el 60% de los cholomeños siguen en Choloma.
Asimismo, los desplazados de San Pedro Sula presentan una tasa de desplazamiento interdepartamental del 90%, mientras que los de Choloma del 81%.
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Con respecto a los movimientos transfronterizos, a finales de 2014 se registraban 4,159 personas refugiadas a nivel global provenientes de Honduras, así como 10,146 solicitudes de asilo pendientes.
Una evolución histórica muestra que las solicitudes de la condición de refugiado pasaron de 1,500 en 2009 a 10,146 en 2014, lo que equivale a un aumento del 576.4% en seis años.
La violencia, principal motivo.
Aunque los datos del estudio fueron recogidos de una muestra pequeña en comparación con la población hondureña y no se tiene una fotografía exacta de la cantidad de desplazados., la coordinadora de la Comisión Interinstitucional para la Protección de las Personas Desplazadas en Honduras (CIPPDH), Isis Suceda, dijo que aunque la muestra se asemeja a la realidad.
'Para el 67.9% de los hogares hondureños desplazados internamente, la persecución y la inseguridad fueron la únicas determinantes de su desplazamiento', concluye de manera contundente el informe.
Entre las causas específicas, vivir en 'una comunidad insegura' y 'amenazas' reales contra la vida son las que sobresalen como factores para dejar el patrimonio que tanto las costó levantar.
Y apenas tres de cada cien familias tienen una intención real de volver a ese hogar.
Uno de los proyectos que la CIPPDH tiene en agenda es actualizar ese informe, pero con una muestra más grande y objetiva que la primera, para medir las dimensiones de la violencia.
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