La forma en la que murió la joven madre Mónica Grisel Betancourth ha marcado a todo un país, desde el momento en el que se dio a conocer que su pareja la atacó a martillazos hasta quitarle la vida, frente a su hija de 4 años.
El dolor, las lágrimas, el desconsuelo y el no saber cómo explicarle la tragedia a la pequeña embargan a la familia de la muchacha, quien era pasante de la carrera de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
A las afueras de Medicina Forense se hicieron presente varios miembros de la familia, quienes aún no conciben el brutal hecho ocurrido en el barrio Sipile de la capital de Honduras.
El supuesto hechos, Cristian Calixto Mancía Flores de 30 años, habría salido minutos después de realizar el escalofriante crimen, y ante el llanto de la menor, salió de la habitación, se lavó las manos y se despidió. Horas después, los familiares hallaron a la joven bañada en sangre.
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