Tegucigalpa, Honduras
El visible y sustancial incremento de la violencia generalizada se ha visto reflejado en la gran cantidad de masacres u homicidios múltiples que se han registrado en los primeros días del año 2017.
No cabe duda de que los primeros en alarmarse ante esta situación son los ciudadanos, afectados directamente o no por la vorágine de violencia en los primeros dos meses del presente año.
Para ser precisos en 2016 el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH) reportó un número de 9 masacres en las que perdieron la vida 33 hondureños, entre el 1 de enero y el 12 de febrero.
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En ese mismo período de tiempo en el presente año se cometieron 13 masacres en las que fallecieron 45 personas.
Las estadísticas arrojan que hubo un aumento del 44.44 por ciento en el número de eventos y un 36.36 por ciento en la cantidad de personas fallecidas.
Debido a esto hay una ligera preocupación también de los encargados de velar por la seguridad del país.
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Secretaría de Seguridad
El portavoz de la Secretaría de Seguridad, subcomisionado Julián Hernández, reconoció que “nos llama a la reflexión que hay hechos en los que en una sola escena perezcan dos o tres personas y sobre todo cuando hay menores de edad”.
El jefe policial aseveró que “debe llamarnos la atención respecto a las decisiones que tenemos que tomar los operadores de justicia en torno a estos casos”.
Aunque el Observatorio de la Violencia reporta un incremento de cuatro masacres más con relación al 2017, Hernández aseguró que “no vamos en retroceso, vamos hacia adelante”.
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Es preocupante
Desde el OV-UNAH consideran que “son una preocupación constante las masacres porque estamos comenzando el año, pero lo que más preocupa es el número de víctimas”, expresó Migdonia Ayestas, directora de esta oficina.
Las personas que están imponiendo sus propias reglas en municipios y colonias hacen que aumente el número de homicidios en el país, además de causar miedo, argumentó.
Según Ayestas, “el problema de Honduras es que siempre hemos visto impávidos y sin hacer nada cuando un homicidio múltiple ocurre, no tenemos la confianza en las instituciones para denunciar aun cuando sean las mínimas sospechas”.
“Los homicidas ven que es fácil quitarle la vida a una persona porque en muchas ocasiones no se les investiga, no se les captura ni se les judicializa”, enfatizó la directora del Observatorio de la violencia de la UNAH, Migdonia Ayestas.
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Se debe prevenir
Para el experto en criminología Gonzalo Sánchez, “el Estado debería buscar nuevas estrategias de prevención, la prevención es disuasiva; sí existe (prevención), pero deben de mejorar”, recomienda.
Un ejemplo de lo que se podría mejorar: “a veces veo patrullas militares estacionadas con cuatro o cinco efectivos, eso no es disuasivo porque están estacionados”, fustiga Sánchez.
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“Pienso que podrían andar unos ocho, dos cuidan la patrulla y seis hacen labores de patrullaje en los sectores conflictivos, para que el antisocial sepa que hay presencia policial y militar, eso es prevención”, asevera el experto Gonzalo Sánchez.
Sobre las últimas masacres ocurridas en el país, el criminólogo manifestó que son actuaciones copiadas principalmente de cárteles de la droga que operan en Colombia y otros países de América.
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Sánchez reconoció que estos hechos de violencia son cometidos con la intención de sembrar el terror en la sociedad, además de que ahuyentan la inversión nacional y extranjera.
De las 13 masacres ocurridas en el 2017, seis se originaron en el departamento de Cortés, tres más en Tegucigalpa, dos en el departamento de Copán, una en Yoro y otra más en Comayagua, sumando en total 45 víctimas mortales.
La secretaría de Seguridad sostiene que los últimos ataques violentos son una reacción de los grupos criminales ante las acciones que se ejecutan desde los operadores de seguridad y justicia.
