La 'muerte dulce' es la hipótesis con mayor fuerza en torno al misterioso deceso de una pareja en el interior de un vehículo en el parqueo de la Gran Central Metropolitana de Buses de San Pedro Sula, al norte de Honduras.
Las autoridades reportaron la mañana de este viernes el hallazgo de un hombre y una mujer sin vida dentro de un Honda Civic gris con placas PCC 2011.
Las víctimas fueron identificadas como Gladis Yamileth Pérez (23), originaria de Sabá, Colón; y Manuel Mauricio Barahona (30), subjefe de seguridad de la terminal de transporte.
Según testigos, Pérez y Barahona recién se conocieron la noche del jueves, puesto que la fémina llegó a la estación para viajar a Guatemala y emprender el camino de ilegal a Estados Unidos.
La pareja se fue a ingerir bebidas alcohólicas y luego se encerraron en el vehículo para mantener relaciones sexuales.
Fue en horas tempranas de este viernes, tras recibir una alerta por el sistema 911, que autoridades llegaron al punto a inspeccionar, con la sorpresa que los cuerpos estaban inertes.
Las autoridades presumen que la pareja mantuvo intimidad, ya que fueron hallados semidesnudos.
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La Policía maneja que los ahora occisos andaban en estado de embriaguez y después de tener sexo se durmieron profundamente.
Como el vehículo estuvo encendido varias horas, el monóxido de carbono que despedía el escape pudo filtrarse con facilidad a la cabina.
El monóxido de carbono es un gas peligroso, incoloro e inoloro que expelen los automóviles cuando no completan el ciclo de combustión de la gasolina o el diésel.
Debido a su característica de inoloro (sin olor), los afectados difícilmente pueden detectar que están expuestos a gas tóxico.
Los expertos aseguran que las personas tampoco experimentan sensación de ahogo o de asfixia, lo que vuelve más complicado reaccionar ante la amenaza, además que cuando ya se ha estado a una inhalación prolonganda ocurre una parálisis en las piernas que impide salir a buscar auxilio.
El gas se introduce en la sangre, combinándose con la hemoglobina, y la desoxigena, es decir que suplanta al oxígeno y el organismo se queda sin energía.
El primer síntima es la somnolencia y mareo, pero en el caso más trágico el resultado es el deceso inmediato. Y se le conoce como 'muerte dulce', porque no hay dolor... y menos ruido.
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