Tegucigalpa, Honduras
Si la muerte de un familiar es dolorosa para los parientes en vida, cuán desgarrador podría ser perder a dos seres queridos el mismo día y con la violencia de por medio como aditivo.
Es la triste historia que vivió el domingo una familia en la colonia Villa Nueva de la capital, en un hecho derivado de la misma violencia imperante en la mayor parte del territorio nacional.
En dos hechos y escenarios distintos fueron ultimados el pasado domingo padre e hijo, en la mañana y tarde respectivamente.
Primera víctima
Como Josué Alexander García Sánchez fue identificado el cadáver de un joven encontrado la madrugada del domingo con mutilaciones provocadas por arma blanca en casi todo el cuerpo. El dantesco hallazgo tuvo lugar en el sector 8B de la conflictiva colonia Villa Nueva, ubicada al oriente de esta ciudad.
Según algunos vecinos del lugar, el crimen del joven de 22 años ocurrió alrededor de las 4:30 de la mañana, sin embargo, no se escucharon ruidos ni lamentos de nadie.
Fue hasta que los rayos del sol dieron paso al día que los pobladores de ese sector de la colonia Villa Nueva se enteraron de lo sucedido horas atrás.
Los propios parientes de Josué Alexander comentaron a EL HERALDO que él había estado bebiendo licor desde horas tempranas de la noche, pero siempre estuvo en los alrededores de la casa.
Ya en la madrugada, el ahora occiso decidió buscar más bebida y con ese cometido subió una empinada colina.
Sus familiares lo dejaron de ver por un momento pensando que podría estar por algún lugar cerca de la casa.
Un amigo encontró dormido a Josué en uno de los angostos caminos del sector y fue a avisarle a la familia para que lo pudieran recoger, tocó la puerta de la casa, pero nadie atendió al llamado.
El padre y algunos amigos de la víctima fueron informados del suceso hasta en horas de la mañana, quienes se movilizaron hasta el lugar para constatar la noticia.
Retirando uno y viene el otro
El levantamiento de ley fue realizado unas horas más tarde y luego el cuerpo fue llevado a la morgue del Ministerio Público para practicarle la respectiva autopsia médico legal.
En los trámites de retiro estaban los familiares cuando de repente uno de los teléfonos móviles timbró en la sala de espera de dolientes en dicha morgue. Las noticias no eran las mejores.
Al otro lado del teléfono, otro pariente desde la colonia Villa Nueva les informó que recién se había suscitado otra balacera. Pero lo más lamentable no era eso; en el tiroteo había perdido la vida don José Siriaco García, de 52 años, el padre de Josué Alexander.
El llanto que por un momento se había calmado entre los dolientes nuevamente se avivó al enterarse de tal acontecimiento. En efecto, don José García cayó abatido a disparos en un confuso hecho ocurrido en el sector 8B de la colonia Villa Nueva.
Policías encubiertos
Según el testimonio de los pobladores de esa zona y familiares de la víctima, a eso de las 12:00 del mediodía, mientras esperaban que llegaran con el cadáver de Josué, desde un carro tipo pick-up color gris que llegó al lugar comenzaron a disparar sin tener precaución alguna.
Los testigos aseguran que quienes dispararon eran policías y que después de amedrentar a varias personas se dirigieron a José García, a quien le dispararon en repetidas ocasiones.
Tras el tiroteo los mismos pobladores rodearon el automotor impidiendo que los autores de la balacera pudieran escapar del lugar.
Minutos después un contingente de al menos 50 agentes, entre militares, policías preventivos y Cobras, llegó al lugar para evitar que los enardecidos pobladores lincharan a los agentes encubiertos que se resguardaban dentro del carro.
A las 4:30 de la tarde los agentes fueron sacados en medio de una lluvia de piedras.