Aparentemente la red social Facebook solo sirve para dar 'likes' -me gusta-, compartir contenidos graciosos, publicar memes e informarse con las noticias más actuales. Entretenerse con el máximo de 5,000 amigos que permite la plataforma social, parece inofensivo, sin embargo atrás de los aparatos tecnológicos también se esconden individuos con oscuras intenciones.
El caso de Maryori Suyapa Euceda (20) y Bessy Lorena Flores, dos jovencitas que aparecieron muertas este miércoles, después de pactar una cita con un desconocido mediante la red social con más usuarios en el mundo, encienden las alarmas. En Honduras ya se han registrado varios casos que causan conmoción: una amistad o relación amorosa que inicia a través del ciberespacio termina en tragedia.
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La novia sin identidad
El 22 de mayo de 2015 el caso de Antoni Josele Espinal Ramírez, un menor de 13 años que fue encontrado muerto y con señales de tortura en el río Chamelecón, en La Lima, Cortés, después de ser citado por una supuesta novia a través de Facebook, trajo dolor y muchas preguntas a sus familiares.
Según el testimonio de su madre María Ramírez, el menor estaba sumamente ilusionado y pasaba en constante comunicación con su novia, una desconocida que solo contactaba a través de la red y que le decía en reiteradas ocasiones que no le dijera a nadie que iban a conocerse personalmente.
El caso terminó en tragedia cuando descubrieron el cuerpo putrefacto del menor que apenas cursaba sexto grado en el Instituto Patria, de La Lima.
'La culpa de la muerte de mi hijo la tiene su novia porque le insistió en que no le comentara a nadie de que se iban a ver y le insistió mucho por el Facebook que se vieran', dijo en esa ocasión su madre.
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El atractivo 'Joseph Hernández'
Otro caso que causó conmoción a nivel nacional fue el de Reynaldo Castillo Hernández, un hondureño que usaba un perfil de Facebook falso con el ojetivo de engañar a menores de edad, haciéndoles creer que las llevaría a Estados Unidos. Después de la primera cita, el hombre no las dejaba regresar a sus casas.
Reynaldo aparecía en los registros de la red social como 'Joseph Hernández'. Ahí se hacía pasar por un atractivo adolescente. El hombre fue detenido el 4 de agosto de 2016 bajo los cargos de violación especial, tenencia de pornografía infantil y violación en perjuicio de dos menores de edad.
Tras la captura, el verdadero joven de las fotos reveló que recibía constantes mensajes de mujeres desconocidas reclamándoles por asuntos que no comprendía. 'Me decían que les había arruinado la vida'.
Encantado por el amor
Ese mismo año, específicamente el 29 de diciembre, la familia de Eduar Hernández se aferró hasta el último día a la esperanza de que él seguía vivo. Todo terminó en luto y dolor cuando Medicina Forense confirmó, después de tres meses de angustiosa espera, que una osamenta hallada en el secor de Zarabanda de Santa Lucía pertenecía a su ser querido.
Su deceso también estuvo relacionado con el peligro y vulnerabilidad al que están expuestos los menores en las redes sociales.
Según sus familiares, Eduar se dejó encantar por las sensuales fotos que compartía una joven a través de Facebook. Ambos entablaron una amistad hasta que decidieron conocerse personalmente.
El martes 20 de septiembre de 2016 la misteriosa joven lo citó en la salida a Santa Lucía a las 5:30 de la tarde. El joven se fue en su motococicleta y no volvieron a saber de él, hasta que tres meses más tarde se confirmó la noticia de su fallecimiento.
Emprendieron una búsqueda mayor por todos los medios de comunicación y a través de EL HERALDO también se hizo un llamado para dar con su paradero. Al final la familia encontró la puerta del dolor.
Las noticias sobre menores que han caído en manos de delincuentes que se conocieron a través de redes sociales no siempre acaban bien. Los principales riesgos a los que están expuestos van desde extorsiones, acosos, violación a la privacidad, usurpación de perfil, robo de identidad y muchos más.
Según expertos, la clave para estar seguros en las redes sociales es saber con certeza con quién se está dialogando al otro lado del teléfono celular o monitor. Es importante tomar todas las precauciones necesarias para evitar convertirse en una víctima de la red.
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