Tegucigalpa, Honduras
Después de casi 48 horas de angustia y desesperación por el desaparecimiento de su pariente, familiares se enteraron este viernes de la noticia que menos esperaban.
Ya lo habían buscado en su lugar de trabajo, en postas policiales y hospitales, pero lo hallaron donde menos querían: en la morgue del Ministerio Público.
Este viernes, después de una incansable búsqueda, llegaron hasta esta oficina médico legal para indagar si habían ingresado algún cadáver con las características de su familiar; y en efecto, así fue.
Misael Ochoa Zepeda, de 37 años, fue ingresado a la morgue del Ministerio Público con signos de tortura el miércoles 7 de junio después de ser encontrado sin vida en el anillo periférico, cerca de la colonia Divino Paraíso.
Raptado por pandilleros
Misael había desaparecido desde el miércoles en horas de la mañana cuando realizaba diligencias como parte de su trabajo en una colonia del sur de la ciudad.
El ahora fallecido laboraba como cargador y descargador de camiones para la entidad gubernamental Suplidora Nacional de Productos Básicos (Banasupro).
Un compañero de trabajo, que prefirió omitir su nombre, manifestó que “mientras descargaban un producto en la colonia La Popular fueron interceptados por tres pandilleros”.
El conductor del camión, al ver que venían hacia ellos, arrancó el camión dejando botados a sus dos compañeros, incluido Misael.
Los supuestos pandilleros raptaron a los dos trabajadores y se los llevaron para una denominada “casa loca”, donde le habrían quitado la vida a Ochoa Zepeda.
Su acompañante apareció con vida horas después del rapto.
Retiraron el cuerpo
Los parientes de Misael reclamaron sus restos mortales en la morgue de la capital y relataron que era padre de dos menores de 16 y siete años.
El ahora occiso era originario de El Triunfo, Choluteca.