“No tomarás en falso el nombre del Señor tu Dios”, reza uno de los mandamientos escritos en el libro de Éxodo, de La Biblia, sin embargo, para algunos 'pastores' hondureños, esto no tiene ningún significado y utilizan la fe de sus fieles para cometer actos aborrecibles por la sociedad.
No es hasta ahora que se ven casos de religiosos pisando los tribunales de justicia por una denuncia de abuso sexual en perjuicio de menores de edad que se congregaban en su iglesia, este tipo de hechos datan desde hace mucho tiempo.
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No obstante, en los últimos días los llamados “profetas de la fe” se han visto involucrados en violaciones especiales, donde sus principales víctimas han sido niñas de entre 13 a 16 años, que decidieron acabar con su cautiverio de temor y decidieron interponer la denuncia.
El último de los hechos se registró el pasado jueves 20 de julios del 2017, cuando las autoridades anunciaron la detención de Alfredo Castellanos Zamora (44), un supuesto “predicador de la palabra de Dios” acusado de actos de lujuria en perjuicio de una menor de 16 años.
Los elementos de la Dirección Policial de Investigación (DPI) lo capturaron en la colonia Satélite de la ciudad de San Pedro Sula, norte de Honduras, quienes además le encontraron cinco envoltorios de supuesta marihuana.
De acuerdo a informaciones, unos militares escucharon los gritos de desesperación de una menor en un terreno baldío, por lo que decidieron ir a revisar y encontraron en la escena al hombre muy nervioso y a la adolescente con la blusa desgarrada, por los que fue capturado y llevado a los tribunales de justicia, donde tendrá que responder por su delito.
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El detenido fue identificado como Carlos Nelson Baiden Mendoza, quien ultrajaba sexualmente a la pequeña en complicidad de los padres de ésta, quienes corresponden al nombre de Inocencio Portillo Aguilar (66) y María Andrés Cortés Ramírez (55).
En la declaración a los entes de seguridad, la menor confesó que agarró valor de denunciar a sus victimarios, tras enterarse que lo mismo le ocurriría a su hermana menor, por lo que determinó ponerle fin a su sufrimiento.
Los tres sospechosos fueron enviados a la cárcel, donde tendrán que seguir un procedimiento legal y responder por el grave delito en el que se les vincula.
Pero, estos no son los únicos casos en este año, vale recordar que el 14 de enero del 2017, la Agencia Técnica de Investigación (Atic) capturó al presunto líder de una iglesia, Johan Hernández Álvarez, quien tenía una orden de captura por el delito de violación especial.
Las acciones investigativas detallan que Hernández Álvarez cometió abuso contra un menor de edad que acudía a la iglesia que el coordinaba, por lo que fue enviado a la Penitenciaría Nacional de Támara.
Estos supuestos pervertidos, son solo tres de los miles de casos que se han registrado con el paso de los años en Honduras, pero son de los pocos que los entes de justicia han enviados a dar su “Sermón” a la cárcel.
