Tegucigalpa, Honduras
Cursaba el último año de comercio en el Instituto Central Vicente Cáceres y su sueño era convertirse en profesional universitaria.
Sin embargo, esa aspiración se apagó después que personas no identificadas le quitaron la vida junto a su pareja al ser torturados y semidecapitados.
Bessy Yohana Sauceda Castillo, de 18 años, era una de las mejores alumnas de su curso y estaba en el cuadro de honor.
La mañana del sábado salió de su casa ubicada en la colonia Arcieri de Comayagüela junto a su pareja Levis David Escobar, de 22 años de edad, con dirección a la colonia América de Comayagüela, en busca de un empleo ya que quería ayudarle económicamente a su familia, sin imaginarse que horas más tarde les iban a quitar la vida.
Los dos cuerpos fueron encontrados en la calle principal de la populosa colonia ubicada al sur de la capital.
Uno de los cadáveres estaba dentro de un saco y el otro envuelto en una sábana. Ambos tirados en medio de la calle hasta donde llegaron agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y Medicina Forense a reconocer y realizar el levantamiento de los cuerpos para luego trasladarlos a la morgue capitalina.
Tres horas más tarde, agentes de la DPI con apoyo de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) decomisaron el taxi con registro 3800 del punto de la colonia Flor del Campo-El Centro y detuvieron al conductor, ya que se presume que desde ese vehículo lanzaron los dos cuerpos a la vía pública.
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El cadáver de Bessy Yohana Sauceda fue velado la mañana de ayer en un ambiente de consternación en las instalaciones de la Iglesia de Dios de la Profecía ubicada en la calle principal de la colonia Arcieri y a la 1:00 de la tarde lo trasladaron al cementerio El Durazno, donde una hora más tarde se le dio cristiana sepultura.
Mientras que el cuerpo de su pareja Levis David Escobar fue velado en otro sector de la misma colonia y no se dio a conocer el lugar de su sepelio.
Los familiares y amigos se congregaron en la casa de oración donde pidieron a Dios que diera consuelo a sus familiares. Luego, en una caravana de vehículos, la acompañaron hasta la última morada donde la destacada estudiante descansará para siempre.
Las personas que llegaron al velatorio comentaron que Bessy fue una joven entusiasta que siempre se preocupó por su familia y por eso el día en que le quitaron la vida decidió salir en busca de una oportunidad laboral y de esa manera ayudar a la mujer que más quería: a su madre.