Tegucigalpa, Honduras
Al fondo de un abismo, en el kilómetro 21 de la carretera a Valle de Ángeles, fue a parar el anhelo de viajar a los Estados Unidos del joven Marlon Alberto Henríquez (27).
Ahí, en medio de frondosos árboles, monte y una pequeña quebrada de agua zarca, terminó el cuerpo del empleado de un taller de enderezado y pintado de carros.
Fue el conductor de un vehículo tipo turismo color gris el que se encargó de romper su sueño luego de impactarlo brutalmente y hacerlo volar por el cielo junto a su inseparable motocicleta negra.
Rumbo a su trabajo
Eran sus últimos meses en el país, pues su viaje a los Estados Unidos estaba arreglado y la ansiedad del joven era evidente al hablar del tema con sus amigos y familiares.
Trabajador, honrado y alejado de los vicios, su vida en la comunidad de San Juancito se desarrollaba en calma en compañía de su esposa, de quien se despidió con un beso en la mañana.
“Súper tranquilo, amable, me hacía reír, siempre se dedicó a su trabajo”, detalló visiblemente afectada Lidia Chávez, prima de la víctima.
Apenas a las 6:00 AM, Henríquez ya estaba subido en su inseparable motocicleta negra adquirida hace apenas unos meses.
Para él los domingos no eran de descanso, en el taller siempre había trabajo y más con las ganas de hacer puntos con su patrón que era el que le iba cumplir el sueño americano.
“Este año se iba, el mismo señor del taller le ayudó, él viaja y allá el oficio que tienen es bueno”, comentó la joven.
En camino a la capital el joven iba en su carril, atento en el pavimento. En un instante observó cómo la velocidad del turismo gris aumentaba.
En su afán de evitar el impacto, Henríquez maniobró con agilidad la pesada motocicleta. Su intención no surgió efecto y el conductor del carro lo impactó fuertemente sacándolo de la carretera hacia un abismo.
Tras la pista del responsable del accidente
Consiente del desastre que cometió, el conductor huyó de la escena dejando muerto al joven que recibió atención médica mucho tiempo después del accidente.
Una cámara de seguridad de una gasolinera logró captar en video el momento en el que el conductor del turismo llegó al lugar, verificó el estado del carro y emprendió camino.
Mientras esto pasaba el soñador muchacho era auxiliado por vecinos de la zona, pero no había nada más que hacer, los latidos de su corazón se habían extinguido.
Personal de Medicina Forense se encargó de bajar al abismo a levantar el cuerpo. Su familia lo retiró de la morgue en medio de lágrimas.
