Tegucigalpa, Honduras
Las historias reales de adultos y niños mutilados y muertos por la explosión de pólvora parecen no ser suficientes.
La Nochebuena dejó la preocupante cifra de 22 personas quemadas por el mal uso de pirotecnia solo en el Hospital Escuela Universitario. Así lo confirmaron las autoridades médicas del centro asistencial.
En San Pedro Sula se registraron nueve personas quemadas por pólvora: siete adultos y dos menores. Volcanes, cohetes, morteros y cebollas fueron solo algunos de los explosivos que dañaron la Navidad de estos hondureños.
Ángel Cruz, médico cirujano del HEU, confirmó esta información. “Fue una noche agitada ya que se presentaron 22 pacientes quemados por pólvora de los cuales seis son niños y uno de ellos está en riesgo de perder uno de sus dedos por la afectación”, explicó el galeno.
De acuerdo con las explicaciones ofrecidas por la familia, este menor de 12 años se encontró el mortero en la calle y no se percató de que estaba a punto de estallar.
Con esta cifra, se llega a un acumulado de 42 pacientes afectados por el explosivo hasta la fecha en el país.
Es decir que en comparación con 2016 hay un aumento de más del 100 por ciento ya que en diciembre pasado para estas fechas se presentaron 15 personas quemadas, entre niños y adultos.
Al cierre del año pasado eran 42 los hondureños dañados, algunos sufrieron mutilaciones. Lo irónico es que mientras en China, lugar de creación de la pólvora, se usa para ofrecer espectáculos de alto nivel, en Honduras deja verdaderas tragedias por su pésimo uso en las calles.
Adultos
Aunque se espera que sean el ejemplo, esta Navidad fueron los adultos quienes dieron rienda suelta a la quema de explosivos, pese a las prohibiciones y campañas de prevención emitidas.
Muestra de ello es que de los 22 ingresos del domingo al hospital, 16 son personas mayores en edades comprendidas de 18 a 45 años de edad.
“Se presentaron 16 personas y permanecen hospitalizados tres, al resto se le dio manejo ambulatorio y están estables”, comentó el cirujano.
Las historias de cómo se quemaron son muchas; unos dicen que por no dar la pólvora a sus hijos prefirieron quemarla ellos. Otros mencionan que no les dio tiempo de lanzar el cohete y hay hasta alguno que ni siquiera sabe cómo llegó a la sala.
“Todos cuentan distintas historias, pero sí dicen que fue con un mortero que se quemaron”, mencionó Cruz.
Casi todo los casos de adultos quemados provienen del Distrito Central en Francisco Morazán y uno que fue remitido del municipio de Siguatepeque en Comayagua.
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Acciones penales
Este lunes mismo el HEU dio reporte a las autoridades municipales sobre los incidentes y el personal de la Alcaldía Municipal hizo un recorrido por las salas de quemados.
“Desde el punto de vista legal, el área de asesoría legal del hospital está en la obligatoriedad de notificar. Una vez que se tienen todos los datos desde la sala de emergencia, se notifica de oficio a la Fiscalía del Menor del Ministerio Público, quien se da a la tarea de estudiar cada uno de los casos”, informó Miguel Osorio, portavoz del HEU.
La multa establecida a los padres de niños que se queman a causa de la mala manipulación de pólvora oscila entre los 1,000 y 6,000 lempiras, según sea el caso.
Mientras que el costo de tratamiento de quemaduras no le sale nada barato al Estado de Honduras.
Estimaciones revelan que para tratar una quemadura de manera ambulatoria se invierte de 8,000 a 12,000 lempiras mientras que el paciente hospitalizado representa 15,000 lempiras al día por coste de entrada a quirófano y el proceso de recuperación.
