Tegucigalpa, Honduras
Tras confesar el crimen que cometió contra su expareja en San Pedro Sula, la hondureña Erika Yanina Montoya (25) fue sometida a una prueba de absorción atómica para verificar si el arma que disparó contra Josué Daniel Vásquez Ochoa, fue manipulada por ella.
Un experto del Centro Integrado Institucional realizó la evaluación (Cein) de la que aún no se conocen los resultados.
De igual manera autoridades de Medicina Forense someterán a la joven madre a una prueba psicológica, antes de que enfrente la audiencia de declaración de imputados en la Fiscalía de Delitos Contra la Vida.
Actuó con sigilo
Información preliminar detalla que el móvil del crimen podría ser pasional, ya que un ataque de celos pudo haber desencadenado el asesinato con arma de fuego.
La pareja que había procreado dos hijos se había separado hace seis meses, sin embargo, Josué Daniel ya había encontrado el amor en una nueva relación sentimental.
Según relatos, el infortunado convivía con Erika y sus dos hijas a pesar de tener a alguien más. Eso desencadenó ira en la presunta culpable de parricidio, así que tomó la decisión de buscarlo en su nuevo apartamento para agredirlo con un cuchillo.
La disputa no terminó ahí, después de la agresión Erika regresó a la colonia Montefresco y nuevamente comenzó a discutir. Enfurecida desenfundó un arma de fuego y le disparó en reiteradas ocasiones hasta quitarle la vida.
La nueva pareja de Josué fue testigo del crimen, pero resultó ilesa.
Tras confesar el crimen que cometió contra su expareja en San Pedro Sula, la hondureña Erika Yanina Montoya (25) fue sometida a una prueba de absorción atómica para verificar si el arma que disparó contra Josué Daniel Vásquez Ochoa, fue manipulada por ella.
Un experto del Centro Integrado Institucional realizó la evaluación (Cein) de la que aún no se conocen los resultados.
De igual manera autoridades de Medicina Forense someterán a la joven madre a una prueba psicológica, antes de que enfrente la audiencia de declaración de imputados en la Fiscalía de Delitos Contra la Vida.
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Actuó con sigilo
Información preliminar detalla que el móvil del crimen podría ser pasional, ya que un ataque de celos pudo haber desencadenado el asesinato con arma de fuego.
La pareja que había procreado dos hijos se había separado hace seis meses, sin embargo, Josué Daniel ya había encontrado el amor en una nueva relación sentimental.
Según relatos, el infortunado convivía con Erika y sus dos hijas a pesar de tener a alguien más. Eso desencadenó ira en la presunta culpable de parricidio, así que tomó la decisión de buscarlo en su nuevo apartamento para agredirlo con un cuchillo.
La disputa no terminó ahí, después de la agresión Erika regresó a la colonia Montefresco y nuevamente comenzó a discutir. Enfurecida desenfundó un arma de fuego y le disparó en reiteradas ocasiones hasta quitarle la vida.
La nueva pareja de Josué fue testigo del crimen, pero resultó ilesa.