Juticalpa, Honduras
Una contundente amenaza a muerte, presuntamente por cuestiones pasionales, terminó en la masacre de seis personas, ocurrida el domingo, en la colonia Modelo de esta ciudad.
Al menos esa es la hipótesis que ha cobrado fuerza con las investigaciones realizadas por los cuerpos de seguridad del Estado, destacados en la zona oriental del país.
“Hay información que se ha obtenido de familiares y personas que tienen relación con el hecho y la principal hipótesis que se maneja es relacionado a una amenaza que sufrió una las féminas que se encontraba en el lugar”, dijo a EL HERALDO, el portavoz de la Policía, Jair Meza.
Para llevar a cabo las averiguaciones en el lugar del violento suceso fue necesario movilizar desde la capital a un equipo especial de investigación pertenecientes a varias unidades de la Policía Nacional y Ministerio Público.
Eran de distintos lugares
El séxtuple crimen se suscitó en una pequeña cuartería ubicada en la citada colonia, hasta donde llegaron varios gatilleros, a eso de las 11:00 de la mañana, según el informe policial.
Meza informó sin detallar con precisión que las víctimas eran originarias de Tegucigalpa, de Juticalpa y del departamento de Colón.
Las autoridades de la Secretaría de Seguridad aseguraron estar a la espera de los resultados que emanen del trabajo científico y técnico que están desarrollando sus elementos en la escena del crimen y el entorno de la misma.
“Estamos investigando los motivos del porqué estas personas se encontraban en ese lugar si no todas eran originarias de Juticalpa”, enfatizó el portavoz Meza.
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En un inicio se dijo que los ahora fallecidos laboraban en un centro comercial de esta ciudad y otros en un zona limítrofe entre Nicaragua y Honduras, sin ahondar en muchos detalles.
Velatorio de las víctimas
Luego de la práctica de las autopsias realizadas por un equipo forense que viajó desde la capital, hasta esa ciudad, la mañana del lunes fueron entregados los cuerpos a los familiares, para que les pudieran dar cristiana sepultura.
Una de las víctimas mortales, que respondía al nombre de Beyra Yolibeth Inestroza Calderón (23), fue velada en el barrio Las Acacias y después fue llevada hasta la aldea San Marcos, siempre en la jurisdicción de Juticalpa, donde realzarían su terraje.
La consternación era evidente entre los parientes de la mujer, quienes no creían lo ocurrido, ya que según ellos no tenía problemas con nadie.
Asimismo, las otras personas fueron trasladadas a su lugares de origen.
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