El móvil de la matanza ocurrida en septiembre de 2010 en una zapatería del barrio San Francisco de la capital industrial del país, en la que fallecieron 17 personas, habría sido una disputa del mercado de la droga.
Por este crimen se sigue un juicio oral en contra de Edwin Humberto Díaz López, José Virgilio Sánchez Montoya y Cristhian Josué Rivera Antúnez.
Según el expediente judicial, el objetivo de los pandilleros eran dos jóvenes que laboraban como zapateros y que eran simpatizantes de la Mara Salvatrucha.
Los dos jovencitos, quienes eran el objetivo, habían comenzado a vender droga en la zona y los líderes de la Mara 18 fueron informados de lo que estaba aconteciendo, lo que desató su enojo y planearon la masacre. Por lo que, según las investigaciones, el móvil fue la pelea de territorio para la venta de droga.
Informante.
El expediente señala que Rivera Antúnez fue utilizado como “bandera” y era quien informaba mediante llamadas telefónicas a los demás de lo que sucedía en el negocio.
En la masacre participaron nueve pandilleros de la 18, de los cuales seis murieron en un enfrentamiento con la Policía Nacional en la colonia Planeta y solo se logró la captura de tres. Hoy podría concluir el juicio oral contra ellos.
El debate se está desarrollando en la sala 1 del Tribunal de Sentencia y ayer, tanto el Ministerio Público como la defensa evacuaron y expusieron los medios de pruebas ante la terna de jueces.
Uno de los agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) que participó en las capturas de los tres implicados declaró ayer que en la casa donde se detuvo a Díaz López, en el sector Chamelecón, encontraron un fusil 2.23 que concuerda con los tiros hallados en la camioneta Ford Escape color verde menta utilizada el día que ocurrió la matanza y con los casquillos levantados por inspecciones oculares en la escena del crimen.