De varios impactos de bala murió el jueves por la tarde el empresario sampedrano Ricardo Kattán Facussé (55), cuando sujetos a bordo de dos motocicletas lo interceptaron.
El distinguido ingeniero era dueño de un laboratorio de medicamentos que fundó hace más de 10 años y que tiene sede en el Calán, Villanueva, en la zona norte de Honduras.
Según relato de varios trabajadores de la empresa de Kattán, este salió de las oficinas de su laboratorio ubicadas dentro de una maquila en Villanueva a las 5:45 pm hacia su casa en San Pedro Sula, a bordo de su vehículo doble cabina marca Mazda color azul marino.
Después de salir del parque industrial fue perseguido algunos metros por los sujetos que minutos después le quitarían la vida. Aparentemente, los maleantes le habían vigilado durante todo el día.
Antes de llegar a la primera entrada del sector Chamelecón, el empresario fue interceptado por una de las motocicletas que lo perseguían mientras el sujeto a bordo de la segunda se estacionó al lado del conductor para dispararle en más de cinco ocasiones. Kattán perdió la vida instantáneamente.
El vehículo quedó con el motor encendido a media carretera hacia la capital Industrial ante la vista de miles de personas que regresaban a sus hogares a esa hora hacia Villanueva y San Pedro Sula.
Pobladores del sector aseguran que los maleantes tomaron camino hacia el sector Chamelecón tras lograr su cometido.
Ricardo Kattán era hijo de la dama Norma Facussé de Kattán, presidenta del Instituto Sampedrano de Educación Especial (Isee), y estaba casado con la dama Rasha Kiddess Barjum.
También era sobrino del empresario Adolfo Facussé, presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi).
Móvil
Empleados y familiares de Kattán llegaron a la escena del crimen minutos después del atentado y lamentaron el hecho, pues minutos antes se habían despedido del empresario en las instalaciones del laboratorio.
Las autoridades de Medicina Forense reconocieron el cuerpo dos horas después del crimen ante la impotencia de sus seres queridos. El cuerpo presentaba unos cinco impactos de bala en la parte del hombro izquierdo, el rostro y parte lateral de la cabeza.
De forma preliminar se maneja que el móvil del asesinato fue el cobro del impuesto de guerra que Kattán se habría negado a seguir pagando a delincuentes de la zona de Chamelecón, cercana a su negocio.
