Los hallazgos de armas, droga y otros artículos de uso prohibido continúan en la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto (PNMAS) en Támara.
La Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) realizó un fuerte operativo con la participación de unos 400 efectivos de las Fuerzas Armadas y de la Tropa de Inteligencia y Grupos de Respuesta Especial de Seguridad (TIGRES) de la Policía Nacional.
En la acción también participaron fiscales del Ministerio Público y otras autoridades con registros en todos los módulos del principal centro penitenciario del país.
Los uniformados realizaron registros rigurosos en los pabellones donde están alojados los internos apoyados con perros antinarcóticos y especialistas en detección de explosivos, así como con equipo tecnológico, entre otros.
El objetivo de la operación fue decomisar las armas, drogas y diversos aparatos prohibidos que están en poder de los privados de libertad.
Decomiso de armas
Alrededor de las 10:30 de la mañana daban como resultado el decomiso de cinco armas de fuego, entre las que se detallan tres pistolas 9 milímetros, un revólver calibre 38 y un fusil R-15.
Además, una cantidad considerable de armas cortantes hechizas como machetes y cuchillos, así como varios carrucos de marihuana preparados para la venta, fundas de pistola y tres cubetas de chicha.
Los registros continuaron hasta las horas de la tarde con el objetivo de mantener el control del centro carcelario ubicado en el valle de Támara.
El portavoz de Fusina, Mario Rivera, dijo que la incautación de las armas y las otras evidencias son el resultado de un trabajo previo de planificación que resultó exitoso.
Confirmó que se hizo un registro minucioso en todos los módulos de la cárcel, incluidos el de la MS-13 y de la pandilla 18.
Reveló que en el caso del fusil R-15, el mismo estaba enterrado en un área, por lo que equipos de inteligencia realizan las investigaciones para determinar cómo ingresó esta arma a este centro penal.
El oficial Rivera reiteró que el objetivo principal de los operativos de rutina es encontrar armas que posiblemente estén escondidas en el interior del presidio.
Agregó que se han endurecido los registros y controles para evitar el ingreso de armas de fuego, blancas y droga, entre otros objetos prohibidos.
Por su parte, el teniente coronel Santos Nolasco resaltó el ambiente de tranquilidad que predominó durante las acciones de registro, porque los reclusos no opusieron ninguna resistencia.
“El objetivo fundamental es hacer estos registros respetándole cada uno de los derechos y las garantías de los privados de libertad con un solo objetivo, que es mejorar las condiciones de seguridad de todas estas personas”, expresó.
Confirmó que los operativos seguirán en forma coordinada en la medida que el Instituto Nacional Penitenciario (INP) lo solicite.