La mañana del martes 16 de septiembre Eduardo Montes se aprestaba para ingresar a su bufete en las torres Metrópolis.
Todo ocurría con normalidad, el servicio de seguridad mantenía bajo control la zona y en este complejo financiero y comercial la vida seguía tal cual tras haber celebrado un día antes las fiestas patrias.
De pronto, la noticia estalló en los medios de comunicación, tras que en el piso catorce ocurriera un suceso que ha conmovido a Honduras.
Rigoberto Paredes Vélez se habría abalanzado con arma blanca en mano sobre el togado con el que comenzó una disputa que finalizó en un ascensor entre un río de sangre.
Eduardo Montes recibió al menos ocho puñaladas en diferentes partes, cinco de ellas en el área del cuello y las demás en el abdomen, lo que le provocó la muerte.
El hechor del crimen comenzó a bajar las gradas al no poder usar el ascensor, pero en el edificio el sistema de seguridad ya había sido alertado, terminando con la captura de Péredes Vélez.