Su inagotable energía y magnética sonrisa fueron hurtadas por las garras insaciables de la inseguridad. De las largas jornadas en el gimnasio, los desfiles en pasarela o los mensajes motivacionales solo quedan recuerdos.
La vida del joven hondureño José Antonio Murillo Romero (27), conocido como Jade, se apagó en un instante la tarde de este miércoles, cuando unos certeros balazos penetraron su cuerpo mientras conducía su vehículo en una calle de La Ceiba, litoral atlántico de Honduras.
El crimen petrificó el movimiento en las calles de la colonia Sierra Pina, las cuales fueron el escenario de cómo unos sujetos en moto liquidaron al muchacho que se conducía con tranquilidad en su automóvil.
Los amigos y familiares se negaban a creer, aunque lo terminaron aceptando como una espada que cruza el corazón, que en ese Mazda 3, bañado en naranja y que tanto difundían en los noticieros, yacía el cuerpo inmóvil y sin pulso de Murillo.
Un joven con alegre y con energía
Más detalles de la causa y los autores del crimen eran desconocidos esta tarde, como ha sucedido en los más de 30 mil homicidios que han quedado impunes en Honduras en los últimos 20 años.
De lo que hay certeza es el cariño que irradiaba Jade. Tan poderoso era su optimismo que una publicación suya en Facebook traspasa el mundo cibernético y calaba en el alma de cualquier que la leyera.
'Cuida muy bien lo que con dinero no puedas comprar', posteó en uno de sus últimos mensajes junto a una fotografía mientras cargaba un bebé, probablemente el lucero de su vida.
En otro mensaje rindió honra divina: 'Bendito seas mi Dios, por todo lo que haces en mi vida. A ti te doy la gloria siempre'.
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En su perfil, Murillo se mostró como un apasionado de la vida, amante de su familia y amigos y como alguien que disfrutaba exhaustivas jornadas en el gimnasio y el modelaje. Una vida con brillo.
Esa pasión por un estilo fitness no solo lo llevó a pasarelas, sino al podio de certamenes de fisicoculturismo y belleza masculina, según información de sus conocidas.
Tantos momentos de alegría, tantas reflexiones, tantas aventuras ahora se resumen en recuerdos agridulces.
'Mi hermano. Dios te bendiga. Descansa en paz Jade Murillo. Siempte te tendremos en uestros corazones. Te vamos a extrañar mucho, carnal. Siempre te llevaré en mis pensamientos', dice el mensaje de uno de sus amigos.
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Cámaras de seguridad
Minutos después del crimen, se constató que cerca de la escena hay cámaras de seguridad que podrían ser claves para dar con el paradero de los autores del homicidio.
Según las imágenes, el hondureño fue acribillado cerca de un restaurante e intercepción semaforizada.
No obstante, pobladores pusieron en entredicho la efectividad del sistema de videovigilancia, pues años atrás se descubrió que en La Ceiba habían dispositivos de señuelo (solo la carcasa) que no grababan.
El hecho se conoció como 'el camarazo', un proyecto de seguridad valorado en 12 millones de lempiras, pero que el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) demostró que varias cámaras solo tenían el caparazón.
Los hechos
Murillo se conducía en un vehículo acompañado de dos amigos, quienes resultaron heridos en el ataque armado ocurrido en el sector este de La Ceiba.
La balacera se registró a las 12:00 del mediodía en el semáforo que está entre la sexta avenida y el bulevar del este, en la colonia Sierra Pina de dicha ciudad.
En el lugar, Murillo junto con sus dos amigos esperaba en un vehículo turismo el cambio de luces cuando fue alcanzado por otro vehículo, desde donde hombres fuertemente armados le dispararon hasta segarle la vida.
El cuerpo de Murillo Lopéz quedó en el interior de la unidad que conducía, la cual presentaba una gran cantidad de perforaciones de armas de grueso calibre.
El resto de sus acompañantes resultaron heridos y fueron trasladados de emergencia a un centro asistencial segundos después del ataque realizado por personas particulares.
El turismo quedó estacionado a unos 10 metros de donde se originó el ataque, luego de que la víctima intentara retroceder cuando fue sorprendido por los malhechores.
Agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) llegaron a la escena del crimen, donde encontraron más 20 casquillos de bala y algunas partes del turismo que conducía el joven.
De acuerdo a las primeras investigaciones policiales, los hechores se transportaban en un vehículo color verde.
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