Pese a que los fabricantes determinan un período de revisión basados en dos parámetros: tiempo y kilometraje, la mayoría de los conductores presienten de los chequeos rutinarios y se exponen a fallas mecánicas, accidentes viales y sobrecostos de reparación.
Si bien el desgaste de los grandes componente del vehículo se ven ligados a desgastes, el objetivo del mantenimiento por Kilometraje es evitar avería mayores, haciendo énfasis en la seguridad activa y pasiva.
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10 mil kilometros recorridos: Cuando nuestro marcador llegue a este límite debe revisar, los indicadores del tablero, sistema eléctrico en general, fugas de líquido, estado del sistema de dirección, tuberías y mangueras del motor ademas del sistema eléctrico en general sobre todo en el funcionamiento alternador y arranque. Se recomienda además completar el nivel de líquidos: agua de batería, hidráulico, diferencial, frenos, trasmisión, alienar y balancear y verifique la tensión y eficacia del freno de estacionamiento o de parqueo y el pedal del freno.
A los 20 mil kilómetros: Fugas de aceite. Rótulas, revise el sistema de admisión, así como el estado soportes de motor y soporte sistema de escape, tuberías y mangueras, estado de bandas y tensión de frenos. No olvide completar el nivel de líquidos: frenos, agua de batería, hidráulico, diferencial y caja de velocidades.
A los 40 mil kilómetros: Cambio aceite de motor, filtro de aire, filtro de aceite, filtro de combustible, pastillas de frenos, líquido de embrague y frenos, bujías de encendido, cables de alta, correas. Por otro lado calibre la presión inflado de llantas y el desgaste y relice un ajuste de la suspensión.
Nota: Cuando el vehículo supere los 100 mil kilómetros o presente fallas, es mejor realizarle chequeos para comprobar la eficiencia de cada una de sus partes. Consulta con un experto si necesitas asesoría extra con el tema.