Tegucigalpa, Honduras
Después de más de dos días de lucha contra las infernales llamas que consumieron más de 400 hectáreas de bosque en los cerros del norte de Tegucigalpa, una pequeña niña le dio la mejor recompensa del mundo al Benemérito Cuerpo de Bomberos de Honduras.
'Bomberos: gracias por el trabajo que hacen por nosotros y la ciudad. ¡Sigan así! Apreciamos su ayuda. ¡Dios les bendiga y guarde', escribió en una carta Amanda Gabriela Delgado H, en la que además dibujó caras alegres y estrellas.
+ Vecinos de El Hatillo y el drama que vivieron en el incendio
Después de más de dos días de lucha contra las infernales llamas que consumieron más de 400 hectáreas de bosque en los cerros del norte de Tegucigalpa, una pequeña niña le dio la mejor recompensa del mundo al Benemérito Cuerpo de Bomberos de Honduras.
'Bomberos: gracias por el trabajo que hacen por nosotros y la ciudad. ¡Sigan así! Apreciamos su ayuda. ¡Dios les bendiga y guarde', escribió en una carta Amanda Gabriela Delgado H, en la que además dibujó caras alegres y estrellas.
 |
El emotivo mensaje fue pegado con agrado en el buró de la sede de los Bomberos en Tegucigalpa.
Ante las palabras sinceras de la pequeña Amanda, los voluntarios y miembros de la institución se mostraron motivados y satisfechos por el arduo trabajo que realizaron durante la tragedia forestal.
La carta se hizo viral después de que el bombero Francisco Amador publicara en su red social de Facebook: 'esa nota me hizo pensar que por eso soy bombero'.
Amador es hijo del fallecido doctor Francisco Amador, quien tenía un albergue para ancianos desamparados. Él se integró a los bomberos para seguir el ejemplo de servicio que aprendió de su padre, según conoció EL HERALDO.
