Tegucigalpa, Honduras
Pérdida de tiempo y mayor gasto de combustible se registra en la capital desde hace varias semanas.
La causa son los embotellamientos vehiculares que se forman en diferentes sectores en horas de alto tráfico.
Rafael Zelaya, conductor de un bus ejecutivo del transporte urbano, reveló que su presupuesto de combustible se ha incrementado en 600 lempiras este año, “por tanto tráfico que hay en la capital”.
Este mismo malestar lo comparte Feliciano Martínez, conductor de un taxi, quien aseguró que dependiendo de la hora, día y destino de su cliente en la actualidad da a conocer su tarifa.
“Si una persona va del centro a Loarque en horas pico, le cobramos 150 lempiras; pero si nos movilizamos un domingo, podemos cobrar 130 lempiras”, expresó Martínez.
Y es que desde comienzo del año las principales calles de acceso de Tegucigalpa y Comayagüela lucen invadidas por máquinas excavadoras, debido a las obras que ejecuta la Alcaldía Municipal en la capital.
Pero ciudadanos como Josué Aguilar manifiestan que esta circunstancia se ha vuelto insostenible para su bolsillo.
“Mi consumo de gasolina súper aumentó en un 20 por ciento, porque antes gastaba 200 lempiras, y ahora gasto 250 lempiras diarios, a la semana se me van 350 lempiras más”, comentó Aguilar.
En el caso de este capitalino, la principal causa por la que aumentó su gasto se debe a que para evitar el tráfico debe emplear rutas más extensas para llegar a su destino y en ocasiones la marcha lenta en algunos sectores le genera el consumo de más combustible.
Aumento
Nahúm Benítez, jefe de transporte y vialidad de la Gerencia de Movilidad Urbana, reveló que el congestionamiento en sectores donde se realizan trabajos de construcción aumentó en un 15%, situación que también repercute en el gasto de gasolina de los conductores.
Pero este aumento de consumo dependerá del tipo de vehículo, la ruta seleccionada, el horario, el uso del aire acondicionado, la carga y la cantidad de viajes que realicen los conductores, a criterio de Benítez.
Por ejemplo, una persona que reside en la colonia Hato de Enmedio y deba trasladarse a su trabajo en la colonia Las Uvas, sin embotellamiento en el anillo periférico, llegaría en 15 minutos, pero si se moviliza durante las horas pico, entre las 6:30 y 7:30 de la mañana, demorará 15 minutos más, es decir el doble de la cantidad tiempo.
Esta persona podría gastar en un vehículo económico medio litro de gasolina, pero si en su trayecto utiliza aire acondicionado y lleva carga podría gastar un 20% más de combustible, ejemplificó Benítez.
Este recorrido es compartido por un estimado de 15 mil conductores, solo en esta jornada, y en la que el 80 por ciento son dueños de vehículos particulares.
“Cada capitalino debe emplear técnicas para ahorrar gasolina, por ello recomendamos salir antes de las horas pico y utilizar rutas alternas, pero sabemos que la forma de ahorrar está en la habilitación del transporte público masivo”, manifestó el experto.
Transporte masivo
En las zonas donde ya se habilitaron soluciones viales el congestionamiento disminuyó en un 60 por ciento, por ejemplo el bulevar Juan Pablo II.
Además, se han habilitado tramos del Trans 450 que, según Juan Carlos Sikaffi, vicepresidente de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), con la puesta en marcha del transporte masivo podrían ahorrarse un promedio de 250 millones de lempiras en combustible.
Rafael Medina, dirigente del transporte, lamentó que el rubro que representa en la actualidad registra pérdidas de entre 600 a 700 lempiras de combustible a diario, debido al congestionamiento vial que se forma en diferentes rutas.
Consumo
Según las autoridades del Banco Central de Honduras, este año se ha disparado el consumo de combustible en el país.
Entre los derivados del petróleo que más consumo reportan se enlista el diésel, la gasolina súper y regular.
Para el cierre de este año se presume que la factura petrolera sea de 1,300 millones de dólares, es decir 30 por ciento más en comparación con 2016, que sumó 1,000 millones de dólares.
A nivel regional, Honduras ocupa el segundo lugar con los precios más altos de carburantes, superado nada más por Costa Rica.