Tegucigalpa,Honduras
La salida que conduce a la zona sur del país se ha convertido en un estacionamiento más de la ciudad.
El sonido de los motores de las rastras, camiones y motocicletas permanece en silencio por extensos períodos de tiempo debido a que los conductores prefieren apagar su vehículo para evitar consumir combustible.
El único bullicio que se escucha en las calles es el de vendedores ambulantes que con afán ofrecen su mercadería a los conductores que molestos, inquietos y resignados a la espera de avanzar en la fila ceden a las ofertas de los comerciantes informales.
El congestionamiento vehicular es producto de los trabajos de reparación de la carretera al sur que ejecutan las autoridades de Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos (Insep).
La obra ha sido bienvenida por los capitalinos y pobladores de las comunidades aledañas, sin embargo, el pelo en la sopa es la tortuosa espera mientras el proyecto culmina.
Y es que no solo los más de 30 mil conductores que circulan por el sector resultan afectados, también los comerciantes formales son parte de la lista de perjudicados.
“Los comercios están siendo sacrificados por estos trabajos, aunque es un costo que debemos pagar mientras se finalizan las obras”, manifestó Rafael Medina, director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT).
Rutas de alivio
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Medina explicó que al finalizar el proyecto los comerciantes resultarán beneficiados con la movilidad que pueda generarse por la zona, sin embargo, solicitó mayor celeridad en la ejecución de las obras.
En un recorrido hecho por EL HERALDO se consultó a dueños de negocios como comedores, venta de golosinas, talleres mecánicos y de carpintería que se ubican en el corredor desde la aldea Germania hasta el Tizatillo y afirmaron notar una baja en las ventas que ronda entre un 60 y 65%.
Pero quienes sacan provecho de las ventas son los vendedores informales que ofertan bolsas con agua, refrescos y golosinas. Algunos de ellos se movilizan desde municipios como Sabanagrande, Ojojona y Santa Ana desde las 5:00 de la mañana a la colonia Loarque para ofrecer rosquillas, hojuelas de maíz y frutas para no perder la venta diaria.
“Recomendamos a los conductores que si van a comprar, intenten comprar en comercios que están instalados porque ellos están pagando impuestos”, manifestó el representante de la CCIT.
Por su parte, Omar Aguilar, alcalde de Ojojona, informó que en un 80% ha disminuido la actividad comercial en su municipio.
“Antes llegaban 1,500 turistas en un fin de semana, ahora por mucho llegan 200”, lamentó Aguilar.
