Ubicado en frente de la antigua Casa Presidencial, en la capital hondureña, está un deteriorado edificio que día a día se llena, como una memoria, de la historia de Honduras.
La Hemeroteca Nacional “Ramón Rosa” conserva la vida política, cultural y social de la nación en viejas y amarillentas páginas de papel que, pese a las condiciones en las que se encuentran, luchan por no echarse a perder.
Este emblemático lugar en Tegucigalpa guarda en sus adentros las primeras publicaciones que hicieron los periódicos que en su momento fueron referencia en el país y que hoy solo quedan en papel, así como los que salen a diario en la actualidad.
Al adentrarse un poco más se observan algunas publicaciones que lograron empastarse y otras que se encuentran envueltas en un papel manila con el que pretenden cuidarlas del polvo y la luz.
Desde su creación, la Hemeroteca Nacional contempló las atribuciones de investigar, rescatar, restaurar y difundir el patrimonio documental y hemerográfico del país.
Espacio insuficiente
A simple vista se detecta que las viejas instalaciones ya resultan insuficientes para el material que ingresa a diario.
El poeta hondureño y director de la Hemeroteca Nacional, José Luis Quesada Bardales, confirmó que el área para proteger la documentación es escasa. “Parte de nuestro material se debe guardar en otros edificios porque es insuficiente el espacio”, manifestó.
Asimismo, señaló que “no hay un ambiente adecuado para que el papel no se eche a perder, lo que se hace es fumigar y mantener el espacio limpio de ratones e insectos”; pero advirtió que la fumigación también afecta el material y, pese a que existen técnicas para cuidarlo, ellos no cuentan con recursos para implementarlas.
A pesar que la Hemeroteca Nacional es dueña del terreno que está atrás de las instalaciones, no tienen los fondos o el apoyo suficiente de las autoridades para construir un anexo.Además, el poco personal con el que cuentan resulta escaso en comparación al trabajo que se requiere.
“Necesitamos una Hemeroteca Nacional que preste un servicio mayor y más amplio”, opinó.
“Debería estar mejor atendida, cuidada, debido a que es un patrimonio cultural importantísimo, no sé qué haríamos si no tuviéramos este tipo de memoria, no sé cómo funcionaría el país”, reflexionó Quesada.
Pequeñas cosas, como una escalera o un aire acondicionado, son necesarias en el lugar.
Colecciones
La Hemeroteca Nacional guarda una colección hondureña desde 1905 de una serie de publicaciones seriadas, entre las que se encuentra revistas, boletines y memorias.
También se conservan periódicos desde 1904 que forman parte del fondo más grande y de mayor crecimiento. A diario se guardan tres ejemplares para diversos fines: “El lector” para prestarlo al público; “el empaste”, que debería protegerse con una capa dura de libro; y el de “reserva” por cualquier problema que ocurra con alguno de los dos anteriores.
Además, existe una reserva de revistas extranjeras que son publicaciones serias que ingresan por deposito o donación. En su mayoría son títulos de editoriales científicas especializadas.Entre las colecciones más importantes se pueden destacar a La Gaceta, con registro desde 1924, Gaceta Judicial (1904-1979), El Cronista, El Monitor, La Época; revistas como Acción Cívica, Revista Ateneo y Honduras Literaria.
Aunque en la actualidad el mundo se está volcando a lo digital, esto no ha venido afectar a la hemeroteca, ya que aseguran que muchos documentos aún no están en Internet, por lo que siempre resultan ser una fuente de consulta.
No obstante, el objetivo tampoco es quedarse atrás, por lo que ya se está trabajando en gestionar alguna donación que ayude a digitalizar la documentación impresa, ya que no solo buscan sumarse a la era digital, sino porque también es necesario por las deficiencias que padecen.
El poco material que se encuentra empastado en el lugar y que ayuda a proteger las condiciones del mismo ha sido donado en su mayoría y aun así hay mucho más que está a la espera de asistencia.
Aunque muy pocas personas conocen cuál es su verdadera función, a diario estudiantes, investigadores e historiadores buscan en la Hemeroteca Nacional sus fuentes de consultas.
La hemeroteca va más allá de un lugar que pretende guardar periódicos, sino que aspira a consolidarse como el pequeño rincón de la memoria cotidiana de Honduras.