Tegucigalpa,Honduras
Un pasillo era la ruta para llegar hacia el altar en el que el sacerdote aguardaba recibir la ofrenda de Miriam Alonzo.
La joven fue conducida en una silla de ruedas y empujada por su fe portaba en sus manos el símbolo de la discapacidad.
Seguido a ella Óscar García mostraba la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Por último, Luis Mejía recorrió el pasillo en su silla de ruedas para entregar al sacerdote una Biblia, como parte de las ofrendas entregadas al altísimo en el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad.
La fecha fue recordada por primera vez en la capital con la celebración litúrgica en presencia de decenas de jovencitos con limitaciones físicas.
La misa fue oficiada por el vicario Eugenio Aldana, en la parroquia Salvador del Mundo, en el sector cuatro de la colonia Cerro Grande de Comayagüela.
En la actividad participaron más de 45 personas con discapacidad y que forman parte de proyectos como la Casa Hogar Bencaleth, y de Fe y Luz.
La mayoría de los invitados a celebrar la eucaristía fueron jóvenes que demostraron que la distrofia muscular, la microcefalia o el síndrome de Down no son barreras para emprender un camino hacia el éxito.
“Es la primera vez que se realiza este tipo de actividades, tuvimos que reducir el programa por la situación del país, pero estamos contentos de que fue una actividad concurrida y cumplimos con la misión de fomentar el respeto y la inclusión de las personas con discapacidad”, manifestó Dora Castellanos, directora de Casa Hogar Bencaleth.
Al finalizar la misa, las autoridades de Bencaleth ofrecieron a la feligresía una explicación sobre la Convención sobre los Derechos para las Personas con Discapacidad.