Comayagüela, Honduras
Se venden como si fueran uvas o manzanas, están colocados en cajas de durapax y son ofrecidos a los clientes por los vendedores a viva voz, en las calles de Comayagüela.
“Vaya, lleve, lleve, las luces de bengala, metralletas, volcanes, mariposas chispitas y morteros”, grita uno de los comerciantes en la cuarta avenida, en los alrededores de Instituto Mixto Hibueras.
De esta forma la venta de productos explosivos comenzó a proliferar en los mercados de Comayagüela, desde finales de noviembre, pese a que esta vigente una ordenanza que prohíbe este tipo de ventas en la capital.
A una semana de la celebración de Navidad, los cohetes de diferentes tamaños se adquieren con facilidad en la zona comercial.
En la tercera calle que da acceso al mercado San Isidro se apuestan unos cuatro vendedores que sobre un banquillo plástico tienen los explosivos para ofrecer a los visitantes.
Mayor control
Las autoridades de la Alcaldía Municipal han anunciado que se harán operativos en las salidas a los municipios de Valle de Ángeles y Santa Lucía, para evitar el ingreso ilegal de los explosivos.
“Vamos a realizar más controles en puntos de la ciudad donde ingresa la pólvora y se harán más custodias a los vehículos que trasladan los cohetes y fuegos artificiales por la capital”, expresó Marvin Cruz, jefe de Operativos del Juzgado Municipal.
Cruz reveló que los comerciantes de estos artefactos prohibidos están realizando cambios constantes de las bodegas donde los almacenan para evitar que se hagan decomisos.
“Se van a realizar operativos en los mercados con el fin de sacar de las calles estos productos que tanto dañan a los infantes, queremos que en la capital hayan cero niños quemados”, manifestó el entrevistado.
La población puede hacer la denuncia en zonas de su comunidad donde vendan estos productos al número 100.
En tránsito
Según los registros de esta unidad municipal, durante el 2017 han custodiado vehículos con productos elaborados a base de pólvora a un costo de 4.5 millones de lempiras.
Este producto ha salido rumbo a municipios cercanos de la ciudad, donde no existe prohibición o llega de manera clandestina.
La pólvora es traída desde Santa Rosa de Copán y de acuerdo con los encargados de la carga su principal destino es la frontera con Nicaragua y ciudades cercanas.
Las multas a particulares van desde los tres mil a cinco mil lempiras y a los comerciantes arriba de los 60 mil lempiras, en caso de que se les encuentre en pleno desarrollo de la venta de los explosivos, de igual manera se les decomisa el producto.
