Tegucigalpa,Honduras
Entre la abundante maleza se observan las viviendas que hace 27 años fueron la esperanza habitacional para miles de capitalinos.
Tras casi tres décadas de incertidumbre, corrupción y desidia estatal, una luz comienza a esclarecer el futuro del proyecto habitacional de Ciudad Mateo, ubicado al suroeste de la capital.
Las autoridades del Instituto Nacional de Jubilaciones y Pensiones de los Empleados y Funcionarios del Poder Ejecutivo (Injupemp) informaron que se finalizó la primera etapa del proceso para determinar la posibilidad de reactivar el proyecto de viviendas.
“El análisis legal se concluyó y la conclusión es que hay viabilidad, por eso vamos hacer los trabajos de limpieza porque está lleno de monte y la zona tiene que estar accesible para iniciar el estudio ambiental e hidrológico”, manifestó Martha Doblado, directora de Injupemp.
En los próximos días se iniciarán los trabajos de limpieza en el sector de Altos de las Tapias, en la que fueron construidas 690 viviendas, de tres habitaciones cada una.
En 2002 se determinó que estas casas podían ser habitadas, siempre y cuando se aplicarán medidas de mitigación ambiental, algunas contenidas en un informe de Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA).
Los trabajos de limpieza serán un preámbulo para que las autoridades comiencen el estudio hidrológico que será clave para continuar con el proceso.
“Si estos estudios dan viabilidad, seguimos con el estudio técnico-financiero y de mercado, y si este resulta viable, habilitaremos la zona de Altos de las Tapias”, explicó la titular de Injupemp.
Si se llegase a cumplir con estas etapas, que demorarán un promedio de un año, se realizará el proceso a partir del estudio ambiental para Tapias 1, conformada por 2,000 casas y Tapias 2, integrada por 2,600 viviendas.
Uno de los obstáculos que estancó el proyecto habitacional fue haber sido construido sobre la cuenca del río Guacerique, que alimenta a la represa Los Laureles.
¿Proyecto fracasado?
La inversión en Ciudad Mateo en un primer momento fue de 275 millones de lempiras y, según el estado financiero de Injupemp, al cierre de 2017 fue de más de 328 millones de lempiras.
El costo ha incrementado debido a las pérdidas que ha generado, ya que si la inversión inicial se hubiese depositado en una cuenta bancaria a plazo fijo, ya habría generado millonarios intereses anuales.
Sin embargo, las autoridades de Injupemp apuestan que una vez esté habilitada Ciudad Mateo, o al menos Altos de las Tapias, los números serán favorables debido a la plusvalía del terreno, más los intereses que también pueden ganarse con el financiamiento que se brinde a los compradores.
Nasry Asfura, alcalde del Distrito Central, informó que en la actualidad se trabaja en la evaluación para reactivar este proyecto de la mano de Injumpemp y del gobierno central.
Por su parte, José Galdámez, ministro de la Secretaría de Energía, Recursos Naturales, Ambiente y Minas, manifestó que se deben hacer estudios técnicos para asegurar el manejo de los residuos sólidos, pero que están abiertos para sumarse a los esfuerzos enmarcados en la ley.
Silvio Larios, director ejecutivo de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción, manifestó al igual que se debe asegurar la regulación de la basura.