Kristina Pimenova, la modelo rusa de nueve años considerada la niña más hermosa del mundo, tiene su doble. La chica se llama Elizabeth Hiley, tiene diez años y nació en Montreal, en Canadá.
Las semejanzas entre las dos nenas sorprende por el parecido físico que existe entre ellas.'El parecido entre Kristina y mi hija es asombroso. Cuando la vi, quedé conmocionada', dijo al diario británico Daily Mail Anne-Marie Ashcroft, mamá de Elizabeth.
Ashcroft recordó que le envió las fotos de Kristina a sus familiares y ellos le respondían con comentarios dirigidos a su hija.
'Qué preciosa que está Elizabeth', me decían. Hasta la propia chica canadiense se confundió cuando su madre le mostró fotos de la pequeña modelo rusa. '¿Mamá, cuándo me tomaste esta foto?. No me acuerdo', preguntó Elizabeth.
La belleza de Elizabeth Hiley
Para demostrar el parecido entre su hija y la modelo rusa, bajo el título 'No es Kristina Pimenova', Ashcroft publicó en Facebook dos álbums de fotos que la fotógrafa Fiona du Jardín le tomó a Elizabeth imitando las poses de Kristina, que indignaron el año pasado a los usuarios de Instagram.
'Las reacciones contra la madre de Kristina por publicar las fotos de su hija fueron desmedidas. No creo que ellas sean tan pequeñas para empezar en el mundo del modelaje', aseguró.
Elizabeth, que estudia en una pequeña escuela privada de Montreal y toma clases de ballet clásico, espera seguir los pasos de Kristina, quien ya ha modelado para Roberto Cavalli, Dolce & Gabbana y Armani. Por ahora, dos agencias de publicidad, una en Montreal y la otra en Londres, ya manifestaron interés en representar a la canadiense.
'Elizabeth es una niña de excepcional belleza que creo que tiene un gran potencial en la industria del modelaje', aseguró Catalina Marsland, agente que aceptó a la niña en la agencia.
Ashcroft sabe muy bien que muchos ven a Kristina demasiado joven o consideran de que la nena está 'sexualizada' por su madre, pero ella no está de acuerdo con esas opiniones.
'Como madre de Elizabeth, voy a tratar de encontrar un equilibrio sano y seguro entre su vida de niña y su carrera en el modelaje. Por desgracia, vivimos en un mundo en el que nosotros como padres debemos vigilar y proteger a nuestros hijos. ', aseguró.
