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Jonathan Rubio: Quiero marcar mi propio camino

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03.08.2015

Barcelos

Para buena parte de la afición hondureña son más las preguntas que las respuestas cuando se trata de Jonathan Rubio, el futbolista sampedrano de 18 años que la temporada pasada, con 13 tantos en 14 partidos disputados en la liguilla, quedó campeón de goleo de la máxima división juvenil de Portugal.

Sus buenos números ya se están trasladando al nivel profesional. El fin de semana pasado, en el partido de presentación de temporada, Jonathan anotó dos goles en la victoria 3-1 de su equipo el Gil Vicente -recién descendido a Segunda División-, sobre el Río Ave de la Primera División portuguesa, considerada como la quinta mejor de Europa por la UEFA.

Sin embargo, los pocos datos estadísticos que llegan a Honduras no permiten saber todo lo esencial acerca de este joven jugador, quién antes que considerarse a sí mismo un goleador aspira a poder ser un creador de ataque, jugando como “media punta o nueve retrasado; lo que en Honduras se conoce como diez”, según sus propias palabras.

Actualmente ha sido ascendido al primer equipo del Gil Vicente, que este domingo inicia oficialmente su temporada con partido por la Copa Tasa.

A continuación la entrevista:

¿Qué tal ha ido la pretemporada?

¡Muy dura! En Europa la preparación física se hace casi toda con balón. El entrenador del Gil Vicente, que ya me dirigió el año pasado en las reservas, me está dando confianza y tengo que corresponderle.

¿Cómo te sentís tras marcarle dos goles al Río Ave, un equipo de Primera División?

Fue algo muy lindo. Estoy muy agradecido con Dios por la oportunidad y con mis entrenadores y compañeros por la confianza recibida; después del partido los compañeros, entrenadores y directivos me felicitaron por los goles y la buena actuación.

¿Cuál es el perfil de tu equipo el Gil Vicente?

Es un equipo de mucha tradición acá. La temporada pasada lastimosamente descendió, pero el reto es ascender este campeonato. Queda en una ciudad pequeña que se llama Barcelos, cerca de Oporto, y el equipo tiene mucha influencia en la ciudad.

¿Cuál es el nivel de la Segunda División portuguesa?

Muy física y competitiva. Son 24 equipos. Descienden cinco y ascienden solo dos. Es un campeonato duro, con mucha competencia. Al ser tantos equipos jugaremos bastantes partidos seguidos. Esta liga tiene otro ritmo, tiene más intensidad.

¿Cómo ves el reto de debutar profesionalmente con el Gil Vicente?

Busco empezar mi camino profesional y lucharé por ganarme un puesto. Acá es un lugar espectacular para empezar y quiero ayudar a que el equipo ascienda y siento que acá tendré más minutos.

¿Qué aspirás a lograr este año?

En un año me gustaría decir que este campeonato no fue fácil, pero me dejó mucha experiencia; en lo personal, dentro de un año me gustaría tener nuevas posibilidades de lugares para jugar.

En Honduras sentimos nostalgia de aquellos futbolistas de ataque y creativos, como Pavón, Rambo, Amado o Suazo. Cuando pensás en las carreras de estas leyendas, ¿qué rol te gustaría llegar a jugar dentro del campo?

Para serle sincero, me gustaría marcar mi propio camino. Por ejemplo, soy españolista y admiro mucho a Pavón. Pero no soy un hombre de área y por eso él no puede ser mi referente. Me gusta cómo juegan Rambo de León y Wilson Palacios.

Pero tenés capacidad de gol y te gusta involucrarte con el juego creativo, ¿no?

Correcto. Soy un jugador al que le gusta más dar el último pase para que el compañero haga el gol. Me gusta tener y cuidar la pelota. Me gusta controlar el pase, que la pelota circule por mí, que mi equipo tenga posesión y que salgamos jugando sabiendo a qué jugamos. Aspiro a poder ser un creativo.

En Honduras muchos te ven como un potencial artillero porque quedaste campeón de goleo en el campeonato de reservas de Portugal…

En realidad no soy un “9” que está en el área y la mete. No soy un jugador grande tampoco. Mido 1.72 y peso 145 libras. Mi posición es más retrasada.

¿Qué has aprendido tras cuatro años de formación futbolística en Europa, en la Fundación Marcet de Barcelona?

Lo que más he aprendido es a jugar sin balón y lo importante del sacrificio para que el equipo recupere la posesión. Cuando llegué a Barcelona jugaba solamente con el balón, no luchaba por recuperarlo. He mejorado en cuanto a la intensidad a la hora de buscarlo y si lo pierdo, sé que lo tengo que recuperar rápido.

¿Qué significa para vos la H?

Mucho. Representar a tu país es de las cosas más lindas que le pueden pasar a uno. Si aquí en el extranjero con solo escuchar el Himno de Honduras nos ponemos muy alegres y se nos pone la piel de gallina, no digamos lo que sería representar a la gente que uno ama.

¿Cómo te sentiste tras quedar descartado del Mundial de Nueva Zelanda?

En ese tiempo que no fui convocado pude hacer un buen campeonato de reservas en Portugal. Creo que mejores cosas vendrán. Me sirve como una motivación. No pienso hacerme la víctima por no haber sido convocado, porque eso no me ayuda en nada.

La próxima convocatoria para la que calificás sería la Sub 23 dirigida por JL Pinto, ¿lo ves como algo lejano?

La verdad es que no. Estoy jugando con jugadores de mucha experiencia y eso me está dando un roce que no he tenido antes. Sé que es difícil ser convocado a una Sub 23, pero trabajo más motivado pensando en que podría ser tomado en cuenta. Lo primero es trabajar bien con el equipo para ser tomado en cuenta en la H.

¿Te llamaría la atención ser entrenado por un técnico como Jorge Luis Pinto?

Hay muchísimo que aprender del profesor Pinto. Por todos los comentarios que he escuchado sé que es un maestro del fútbol, hizo historia con Costa Rica y su equipo jugó muy bien. No ganó por suerte, sino porque hizo un buen futbol. Su forma de encarar los partidos y la forma de jugar de Costa Rica los hizo llegar lejos en el Mundial de Brasil.

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