Las condiciones climatológicas pronosticadas para la región hondureña durante el presente año están a merced de los caprichos de una traviesa La Niña.
A pesar de que el fenómeno atmosférico hace alusión a una inocente criatura, las consecuencias de sus juegos por nuestro territorio podrían causar cambios significativos en el comportamiento climatológico.
Una época seca, marcada por un ligero incremento en el grado de las temperaturas, pero a la vez con un ciclo de menos días de lluvia, aunque cargados de grandes volúmenes, es lo que se avizora en Honduras para el 2012.
Más lluvia en menos días
Según el modelo del Instituto Internacional de Investigación sobre la Predicción del Clima (IRI), este desorden climático podría darse debido a que en la actualidad Honduras experimenta una etapa débil del fenómeno conocido como La Niña.
Este fenómeno atmosférico produce un enfriamiento en las temperaturas sobre el océano Pacífico, lo que consecuentemente modifica los regímenes de lluvia a nivel mundial.
En el caso de Honduras, según las predicciones del IRI, la debilidad en La Niña hará que la época seca (o verano) se prolongue más de lo normal.
Esta situación comenzaría en marzo, con una ligera elevación en las temperaturas que podrían sentirse hasta el mes de mayo e inclusive inicios de junio.
Durante la época de Semana Santa, que se calendariza en la primera semana de abril, se experimentarían las más altas temperaturas en las zonas central, sur, oriente y occidente del país.
El ascenso de las temperaturas afectaría con mayor posibilidad la zona sur del territorio, donde se podrían esperar las temidas sequías que ya se han experimentado en años anteriores. En el caso de la zona norte, por considerarse la más húmeda del territorio, no resultaría tan perjudicada.
Erick Martínez, Jefe de climatología del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), explicó que la zona norte del país podría resultar afectada durante la época lluviosa, que según las recientes predicciones podría comenzar hasta mediados de junio. Esto porque cuando La Niña alcance su mayor punto de lluvias será esa zona del país la más afectada.
“Los modelos dinámicos y estadísticos nos indican que podríamos experimentar un retraso en todo el país del inicio de la temporada lluviosa, pero durante esos días se reportarían precipitaciones con notables acumulados, especialmente en la región norte”.
De mantenerse ese comportamiento se producirían inundaciones en la zona norte e inclusive en otras regiones.
Como sucedió en octubre pasado en el departamento de Choluteca, que sufrió los embates de la depresión 12.
Con respecto a la temporada ciclónica, que comienza oficialmente el 1 de junio, el experto manifestó que resulta prematuro predecir cuántos huracanes tocarán tierras hondureñas. “No podríamos asegurar cuántos huracanes afectarían nuestras costas, porque esa información varía constantemente”.
Variaciones
Jairo García, subjefe de climatología del SMN y experto en cambio climático, aseguró que el posible ascenso en las temperaturas y el retraso en la época lluviosa no son “variaciones recientes”.
También se evidenciaron en 2011, cuando las temperaturas de la época seca se intensificaron y los días de lluvia se acortaron.
García denomina a este irregular comportamiento como una “marcada acentuación de ambas estaciones”, fenómeno que lo atribuye a la presencia de La Niña.
“Los registros del IRI nos muestran que La Niña comenzó su actividad desde inicios del año pasado, lo que concuerda con las irregulares tendencias en el clima”, dijo.
En palabras del experto, existe una gran posibilidad de que La Niña persista durante el resto del presente año.
De ser así, “tanto la estación seca como la lluviosa se intensificarían en sus propias características, la época seca con altas temperaturas y la lluviosa con torrenciales aguaceros, igual que ocurrió el año pasado”, manifestó García.
Cuando La Niña está en pleno apogeo se define como un fenómeno que altera los regímenes de lluvia, ocasionando un leve aumento de las precipitaciones.
Contrario al fenómeno conocido como El Niño, que se manifiesta con un descenso en las lluvias, ocasionando sequías a su paso y hambrunas en las regiones que resultan afectadas.
Siembras serían afectadas por posible retraso de lluvias
Ricardo Salgado, encargado de granos básicos de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), dijo a El HERALDO que el posible retraso en las lluvias alteraría el inicio de las siembras en todo el país.
“Si las lluvias comienzan de forma tardía, entonces las siembras de primera se verían afectadas, porque los campesinos esperan que las primeras lluvias caigan a inicios de mayo”.
Después de las primeras lluvias se produce un evento conocido como “canícula” o veranillo.
Durante este período, los labradores aprovechan para realizar las siembras de postrera.
No obstante, si la canícula se alargara, entonces las semillas se echarían a perder porque no serían irrigadas por las lluvias en los siguientes días, aseguró Salgado.
La SAG maneja un calendario de siembras a nivel nacional, que sirve como guía para los labradores que se aprestan a sembrar los granos básicos que luego servirán de sustento.
Sin embargo, este calendario podría alterarse con el posible retraso de las lluvias que sirven como directriz para las siembras de primera y postrera y, según Salgado, los campesinos “podrían perder su capital porque las semillas se echarían a perder, y una vez que esto ocurre no hay posibilidad de recuperarlas”.