Guerreros de la vida, amantes de la raqueta
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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Hace ocho años comenzó el proyecto llamado Tenis Adaptado, el cual se encarga de integrar a personas con limitaciones físicas y económicas para que puedan practicar este lindo deporte y así no se sientan excluidos y sepan que pueden ser deportistas convencionales como los demás.
El proyecto, encabezado por el entrenador de tenis Héctor Omar Rodríguez y el subdirector Jeovanny Sosa, ha tenido el respaldo de la Federación Nacional de Tenis, presidida por Ivanhoe Cálix.
Ellos con una determinación tan grande como sus corazones buscan la manera de motivar a las personas a practicar deporte, pues en propias palabras del entrenador: “Un atleta más es un delincuente menos”.
Efraín, un caso ejemplar
Uno de sus tenistas más destacados es Santos Efraín Salgado López, quien sufre de paraplejía, una enfermedad que ocasiona que la parte inferior del cuerpo quede paralizada.
Cuando tenía 21 años (en 1995), una bala perdida impactó en su columna y lo dejó paralítico desde entonces. Ese hecho lo recuerda con tristeza y dolor, pero ni eso ni nada apagaría su motivación de seguir adelante.
Su representación nacional a nivel centroamericano en 2019 da fe de su ahínco. “Siempre le agradezco a mi familia, mi esposa, mi madre, mis hermanos y la mayor motivación de todas: mis hijos. Si no hubiese sido por ellos, no sé qué sería de mí”, cuenta uno de los 18 integrantes del loable proyecto.
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Efraín tiene claro que lo más difícil a lo que se ha enfrentado ha sido romper ese muro de la exclusión que les impone el propio entorno. “Es difícil decirlo, pero aunque estemos en un complejo deportivo, hay muchas barreras; la principal es la sociedad.
Ese ha sido un factor por lo que no avanzamos como quisiéramos. Siento que no creen en los atletas paralímpicos, cosa que es errónea, pues hemos demostrado que sí estamos para grandes cosas”, lamenta.
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Piden mejores condiciones
La federación ha sido el único ente que les ha proporcionado el apoyo necesario para que puedan progresar y competir de la mejor manera.
Efraín pide que los demás organismos se fijen en ellos y no los abandonen, ya que todos sus logros han sido gracias a la ayuda de “personas con gran corazón”. “Siempre he dicho que necesitamos un espacio en el que podamos practicar como se debe. Es verdad que nos prestan las canchas de tenis, pero también es necesario utilizar la pista olímpica para el acondicionamiento físico”, reclama el tenista.
Él tiene claro que “el deporte sirve no solo para obtener una destreza física, sino que también ayuda en lo mental, ayudándonos a sentirnos incluidos”.
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Esto, expone, “saca a muchas personas de sus hogares; yo los invito a acercarse con nosotros, y quién sabe, quizá algún día representar a Honduras en algún torneo internacional”.
Efraín motiva a los que sufren su condición a no rendirse y a seguir adelante porque nada es fácil en la vida, pero con sacrificio y esfuerzo todo se puede lograr.
Actualmente vive en el barrio Reparto por Bajo acompañado de su familia. Entrena en la Villa Olímpica a las órdenes del entrenador Héctor Rodríguez. Empezó a jugar tenis en 2008 y no pretende alejarse de la raqueta. Un campeón de la vida...
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