Cristian Nolasco: “El principal problema de Olancho es el narcotráfico y las armas”

Equipos de inteligencia, tras el incidente entre policías y civiles, trabajan en Olancho para detectar drogas, cultivos de hojas de coca y la operación de carteles

El comisario Cristian Nolasco llegó hace cinco meses a Catacamas, Olancho. Tras este breve tiempo, afirma que el narcotráfico es el principal problema.

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Inteligencia

Catacamas, Olancho.- Aunque en Olancho no hay penetración fuerte de maras y pandillas en comparación a las principales ciudades de Honduras, sí existe un control de los carteles o grupos de narcotráfico.

El tráfico de drogas en Olancho, y ahora producción de hojas de coca, no es algo nuevo para los hondureños, ni para las autoridades policiales, pero muy pocos oficiales lo han reconocido y han tenido la valentía de hacerles la guerra.

El comisario Cristian Nolasco, jefe de la Unidad Metropolitana de Prevención (Umep) número 15, correspondiente a Catacamas, Olancho, ya los tuvo de frente y ahora su misión es combatir esa actividad para reducir las muertes violentas.

”Aquí el delito que más se da es tráfico de drogas y portación de armas”, afirmó el oficial al equipo de EL HERALDO Plus.

Debido a este fenómeno se diseña una estrategia para el combate de este delito con las unidades especializadas de la Policía Nacional.

Para el oficial, sin PCM, es decir, el estado de excepción parcial, estarían muertos, porque gracias a esa medida es que los policías pueden decomisar armas y drogas, debido a que la proliferación de estos dispositivos en Olancho.

Las operaciones se realizan en los accesos a Catacamas y en otros municipios de Olancho.

En Olancho decomisan más de 30 armas al mes, se realizan allanamientos por tráfico de drogas y se detienen por este mismo delito a 15 personas en promediio cada mes, una cifra significativa, resaltó.

Un análisis de EL HERALDO Plus confirma que en Olancho se decomisan 61 dispositivos de fuego por cada cien mil habitantes, la tasa más alta de toda Honduras.

Debido a este problema, el alto mando de la Policía Nacional decidió enviar al comisionado Baudilio Martínez, jefe de la Dirección Nacional Policial Antidrogas (DNPA), bajo el conocimiento del peligro de la zona.

Nolasco afirmó que hay equipos antidrogas en todo Olancho en labores de inteligencia con el propósito desarticular bandas que se dedican al narcotráfico y producción de hojas de coca.

Tratan de detectar cultivos de esas plantas, el tráfico de drogas y todas las actividades relacionadas, debido a que estas sustancias alteran el sistema nervioso central y corrompen la mente humana, expresó.

Los equipos de inteligencia en Olancho tienen identificados a los grupos criminales, cuál es su forma de operar y las regiones que más utilizan para realizar sus fechorías, pero necesitan leyes más contundentes para desarticularlos.

Nolasco reconoció que Catacamas ha estado posicionado como el tercer municipio con mayor cantidad de muertes violentas en Honduras, después del Distrito Central y San Pedro Sula, pero este año ya lleva 33 personas muertas menos en comparación con el año pasado.

Sin embargo, Catacamas se mantiene como el municipio con más homicidios en Olancho en este 2024.

Expresó que tiene cinco meses de estar trabajando como jefe policial de Catacamas y durante ese tiempo ha logrado realizar allanamientos, capturas, decomiso de armas, de drogas y acciones para bajar la criminalidad.

Equipos de varias unidades de la Policía Nacional realizan trabajos de inteligencia y retenes en Olancho.

El oficial declaró a EL HERALDO Plus que no bajan la guardia, por lo que mantienen la atención de seguridad en esa zona, con más de 700 hombres que van a seguir hasta segunda orden, es decir, hasta que el mando lo decida.

En caso de que la operación “Vencer o Morir” y “Catacamas Segura” llegue a su fin, dejarán equipos de inteligencia en la zona, para seguir con las investigaciones de casos que se registren a futuro.

Para los pobladores de Olancho, el narcotráfico genera mucha violencia, pero consideran que estos grupos armados mantienen libre de maras y pandillas el departamento.

Otro problema, señalan los habitantes, es que hay agentes policiales que se dejan corromper por el dinero sucio de la droga.

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