Honduras en alerta por crisis alimentaria en 2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Honduras es uno de los 20 puntos críticos de hambre en el mundo para el periodo de febrero a mayo de 2022.

La pobreza en el país llegó a niveles extremos en los que la inseguridad alimentaria se convirtió en emergencia para casi tres millones de personas.

El 73.6 por ciento de los hondureños son pobres y el 53.7 por ciento viven en extrema pobreza, siendo el área rural que carga con más dificultad, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

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La Unidad de Datos de EL HERALDO Plus analizó tres informes: uno es Hunger Hotspots, realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), en el que se solicitan acciones urgentes para atender la severa crisis.

Igualmente, se tomó como base la Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples Julio 2021, elaborada por el INE, y “La pobreza: condición estructural limitante para el desarrollo económico y social del país”, realizado por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

En los tres informes la situación de la pobreza en Honduras es alarmante, con índices críticos a corto plazo que podrían desembocar en una crisis nunca antes vista si las autoridades entrantes no prestan la atención necesaria.

Desalentador El informe internacional Hunger Hotspots es el más desalentador, ubica a Honduras como el único país de Centroamérica incluido en los 20 puntos críticos de hambre en todo el mundo.

En el listado hay dos países latinoamericanos más: Colombia -único de Sudamérica en la lista- y Haití, que casi siempre es titular en las listas de pobreza extrema.

El informe incluye parámetros para medir la pobreza en una escala en la que el número tres es la crisis y la cuatro es la emergencia, Honduras tiene 2.7 millones de personas en el primero y 600 mil en el segundo, por lo que la atención debe ser inmediatamente.

En el caso de Honduras los factores que argumenta el informe son “oportunidades de empleo aún deprimidas, junto con el aumento de los precios y la disminución del poder adquisitivo, exacerbando las pérdidas económicas causadas por la pandemia”.

En cifras el informe es claro: “aproximadamente 3.3 millones de personas (35 por ciento de la población) se proyectó que enfrentará una inseguridad alimentaria aguda del nivel de crisis, incluyendo más de 600 mil en emergencia”.

El informe advierte que la mayor crisis está en las zonas norte y central y en contexto se caracteriza por altas restricciones de acceso, como resultado del efecto combinado de lluvias por debajo del promedio, impactos socioeconómicos del covid-19 y protestas.

En ese sentido, existe una alta probabilidad de que los hogares pobres experimenten un mayor deterioro de su situación económica y requieran asistencia humanitaria en los próximos meses.

El informe de la FAO y el PMA también incluye acciones que las autoridades deberían realizar para revertir la precaria situación que se vive.

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Entre ellas está aumentar las capacidades para captación de agua, nuevos sistemas de microirrigación para los productores, apoyar la cultivación en el corredor seco, proporcionar a los criadores de ganado apoyo para la salud animal, como kits de vacunación y tratamientos para reducir la mortalidad en las áreas donde se espera que los pastos se agoten rápidamente como resultado de pocas lluvias, distribuir semillas forrajeras que les permitan establecer rápidamente parcelas de pasto para pastoreo directo y brindar asistencia en efectivo en los hogares más afectados por falta de comida.

Además, sugiere “apoyar la seguridad alimentaria de los hogares ampliando la cobertura y la calidad de los programas nacionales de alimentación escolar, brindar asistencia de emergencia para los medios de subsistencia a las poblaciones más vulnerables”.

También proporcionar una plataforma para la participación de la comunidad y un mercado para productos locales, aumentando los ingresos de los pequeños agricultores y ampliar la duración y el alcance de los programas de asistencia alimentaria y en efectivo.

Crece la pobreza En la Encuesta de Honduras del 2021 del INE también se muestra una realidad preocupante para Honduras.

En el análisis se incluyeron muestras de 16 de los 18 departamentos dejando excluidos a Islas de la Bahía y Gracias a Dios.

Entre los primeros indicadores está el nivel económico de los hondureños, que revela que el ingreso per cápita a nivel nacional es de apenas 2,670.80 lempiras al mes. Siendo las mayores captaciones de dinero el salario, las remesas, cuenta propia y ayudas familiares.

Para medir los indicadores de pobreza el INE utilizó tres métodos del cálculo.

En el primero, método de línea de pobreza, se utiliza una fórmula que “consiste en establecer, a partir de los ingresos de los hogares, la capacidad que estos tienen para satisfacer, por medio de la compra de bienes y servicios, un conjunto de necesidades alimentarias y no alimentarias consideradas como básicas”.

Se determinó que para julio del año pasado “el 73.6% de los hogares hondureños se encuentran en condiciones de pobreza, ya que sus ingresos se encuentran por debajo del costo de una canasta básica de consumo que incluye alimentos y otros bienes y servicios”.

En el cuadro de análisis se explicó además que el 57.3 por ciento de las personas viven en pobreza extrema, siendo el área rural la más afectada por la crisis.

El segundo método fue la brecha de la pobreza y severidad de la pobreza, que básicamente se mide qué tan pobres son los pobres.

De acuerdo con los resultados, “se tiene una brecha a nivel nacional de 60.1%, misma que es del 58.2% en el área urbana y 62.6% en el área rural”.

Por último, el INE usó el coeficiente de GINI, que mide la desigualdad en la distribución de los ingresos.

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En Honduras es superior al 0.55 por ciento; entre más cerca de 1 más el indicador representa máxima desigualdad.

Por su parte, la UNAH, en su informe “La pobreza: condición estructural limitante para el desarrollo económico y social del país”, advirtió desde meses atrás que “a raíz de la crisis sanitaria provocada por la pandemia de la covid-19 y de los fenómenos naturales Eta y Iota, la tasa de pobreza de los hogares hondureños medida a través del Método de la Línea de Pobreza 1 mostró un incremento sin precedentes al pasar del 59.3% de los hogares pobres en 2019 a una estimación aproximada del 70.0% en 2020”.