Puntos ciegos por Ocotepeque no tienen seguridad
para llegar a El Salvador solo se recorren unos cinco minutos a pie y no se encuentra vigilancia de soldados
Exclusivo para Suscriptores
¿Ya tiene su suscripción? Únase a nuestra comunidad de lectores.
SuscríbaseGracias por informarse con
El Heraldo
Alcanzó su límite de artículos
Suscríbase y acceda a artículos, boletines, eventos y muchos más beneficios, sin límite.
SuscríbaseGracias por informarse con
El Heraldo
Artículo exclusivo bajo registro
Inicie sesión o regístrese para acceder al mejor contenido periodístico.
Iniciar SesiónGracias por informarse con
El Heraldo
OCOTEPEQUE, HONDURAS.- Los pobladores de puntos fronterizos de Honduras con El Salvador por el lado de Ocotepeque, ante la huida de pandilleros y mareros guanacos, resienten la vigilancia de autoridades militares, a quienes no han visto patrullar desde la pandemia.
Antes, los grupos de militares llegaban a realizar inspecciones y patrullajes en comunidades como Cayaguanca, en San Rafael, Ocotepeque, pues -además de ser un punto ciego fronterizo con El Salvador- es turístico.
Los pobladores de Cayaguanca, dedicados en su mayoría a la ganadería y cultivos de hortalizas y algunos granos básicos, dicen vivir tranquilos, pero no les deja de preocupar el hecho de que mareros y pandilleros que escapan de El Salvador puedan pasar por esas zonas.
Con las medidas impuestas por el gobierno salvadoreño de Nayib Bukele, los analistas advertían de un efecto cucaracha. En efecto, miembros de las pandillas han huido a suelo hondureño, algunos ya han sido capturados y entregados a las autoridades de ese país.
Sin embargo, un equipo de la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus, tras hacer recorridos por puntos ciegos cercanos a Ocotepeque, constató que no hay vigilancia en el lado de Honduras ni de El Salvador, por lo que tranquilamente se puede ingresar a los dos países.
LE PUEDE INTERESAR: Había 205 narcopistas en la Biósfera del Río Plátano
Para llegar a San Francisco, los hondureños solo recorren unos 40 minutos en vehículos desde Ocotepeque hasta llegar a la comunidad de San Rafael y luego al exbolsón de Cayaguanca.
Ruta de indocumentados
A Cayaguanca llegan muchos turistas a visitar el peñón de ese mismo nombre, que divide El Salvador y Honduras.Para subir a la punta del peñón de Cayaguanca se hace un recorrido de al menos dos horas a pie por la zona montañosa y se cruza al lado de El Salvador.
Para los pobladores, ese es un paso difícil si se quiere cruzar de forma ilegal. Los llamados coyotes optan por cruzar migrantes indocumentados que van con ruta a Estados Unidos por otro paso cerca de la misma aldea de Cayaguanca, por el cual solo se recorre a pie por potreros durante unos cinco minutos, dicen los pobladores.
Puntos ciegos
A unos 40 minutos de Cayaguanca, por la carretera principal de Ocotepeque se llega a la frontera de El Poy, donde elementos de la Policía Nacional tienen retenes en los que, en su mayoría, revisan carros particulares, taxis y buses.
“Estamos alerta por el problema de la huida de pandilleros de El Salvador”, comentó un oficial asignado al puesto fronterizo.
Agregó que capturaron a un pandillero salvadoreño en las cercanías de El Poy y fue entregado a las autoridades del vecino país. Ese capturado es José Israel Gonzales Deras, alias “Danger”, en los primeros días de abril.Otro de los salvadoreños capturados es Daniel Alvarado Sandoval, alias “Dolphin”, supuesto miembro de la Mara Salvatrucha.
El sujeto había huido del estado de excepción que tiene el gobierno de El Salvador y había pasado de forma ilegal a Honduras. El capturado hasta se disfrazó de religioso para pasar desapercibido y fue apresado en la comunidad de Marisol, en Santa Rita, Copán.
“Estos mareros no ocupan huir por las montañas lejanas en puntos ciegos, pues acá por El Poy hay muchos puntos por los que logran pasar con tranquilidad, pues no hay vigilancia ni de Honduras ni de El Salvador”, comentó un ciudadano que reside en las cercanías de la frontera.