Violencia política escala en la medida que llegan las primarias

Cada vez se ve un espectro de mayor agresividad política. El debate se ha sustituido por la calumnia, los insultos, creando un clima de intimidación.

En los últimos años, el Legislativo se volvió un recinto donde los políticos se agreden verbal y físicamente unos con otros.

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Riesgo

TEGUCIGALPA, HONDURAS. La violencia política que se vive a diario en el país y que cada vez escala de lo verbal a lo físico proyecta un período preelectoral muy conflictivo y peligroso advierten académicos y políticos.

Según estudios, este tipo de conflictividad no es nueva, pero con el surgimiento de las redes sociales, que operan sin ningún control, el tema adquiere cada vez un nivel más amenazante.

Al respecto el psiquiatra Aaron Rodríguez expresa que como profesional que entiende y comprende la conducta y las emociones el ser humano, la violencia política corresponde a condiciones grupales, donde el individuo responde a creencias, a situaciones ya plasmadas a lo largo de su crecimiento y desarrollo. .

El individuo también puede actuar así buscando sus mejores condiciones o por sobrevivencia. Igual la violencia política se da cuando se tocan condiciones de creencia a nivel colectivo o de grupos.

En muchos de estos casos las personas pueden responder como si no fueran dueñas de sí mismas, y pueden perder el control. Los altos niveles de intolerancia que se ven actualmente es producto de una sociedad altamente polarizada donde hay disputas personales, de partido o de líderes políticos que buscan intereses propios y que no les importan los demás.

A raíz de ello estamos viendo no solo discusiones verbales, sino también agresiones físicas poniéndose en riesgo la integridad de las personas sean estos hombres o mujeres, explicó el psiquiatra.

La seguridad del Congreso Nacional es una de las que más agrede a las diputadas opositoras.

Para los académicos, en el panorama nacional es visible la agresividad proveniente de radicales tanto del oficialismo como de la oposición política que buscan crear un escenario de intimidación. En las redes sociales, en las cadenas de radio y televisión, en algunos foros televisivos es perceptible el discurso confrontativo del ejecutivo, así como de ciertos ministros, funcionarios públicos y diputados.

Pero también están aquellos grupos llamados colectivos de Libertad y Refundación (Libre), que se atropellan hasta a los de su misma militancia descarriada o que ya no comulga con su ideología de izquierda. Aquí las agresiones son internas.

En Libre la situación viene siendo compleja desde el inicio del gobierno en enero de 2022, cuando Jorge Cálix intentó hacerse con la presidencia del legislativo. Una vez que Cálix y sus seguidores se pasan al Partido Liberal, Libre termina de fraccionarse. Hoy la militancia del oficialismo mantiene un ataque feroz a quienes consideran traidores.

Luego de la divulgación del narcovideo donde aparece Carlos Zelaya, cuñado de la presidenta Xiomara Castro, negociando con capos de la droga un soborno de 650 mil dólares- unos 13 millones de lempiras- para Libre y la mitad para su hermano el expresidente Zelaya también sacudió las bases de Libre.

Como Adán Fúnez, alcalde de Toca, en representación de Libre, aparece en el video, entonces su compañero de partido, el regidor municipal y ambientalista Juan López le pidió su renuncia. El 14 de septiembre reciente, López fue acribillado. Un sacerdote de la zona responsabilizó del crimen a Fúnez.

En el otro extremo, como generadores de violencia política también están los opositores, entre ellos algunos congresistas y ciertos intransigentes de la derecha. En ambos bandos han utilizado las granjas de bots, o de individuos que escondiéndose en el anonimato, ejecutan programas de ataques a personas o grupos objetivos.

Desde el inicio del este gobierno, el caos reina en el Congreso Nacional donde la fuerza intenta primar sobre la razón.

Para la doctora en ciencias sociales, Mirna Flores, cada vez se va creando un espectro de mayor violencia política que puede derivar en enfrentamientos ya que el debate se ha sustituido por la calumnia, los insultos, creando un clima de intimidación.

El caso de López es preocupante. Quitarle la vida a alguien por razones políticas, por el hecho de que denuncia o se enfrenta a alguien. Eliminarlo porque molesta o estorba. Flores prevé que en este periodo preelectoral las agresiones irán en aumento.

Si Cálix o Nasralla ganan los comicios internos la campaña general será más virulenta. En Cálix existe el dolor de haber sido de Libre y no haber recibido el apoyo, mientras que en el caso de Nasralla no ha resentimiento, pero dice cosas muy fuertes, valoró.

Esta conflictividad afecta a las personas, a los procesos electorales y a la democracia, donde la sociedad espera que las diferencias se resuelvan con el debate, pero “ahorita lo que tenemos son partidos o líderes que están enfrentados, que buscan desprestigiar o atacar al otro”, analizó Flores.

La diputada Suyapa Figueroa ha tenido que soportar las agresiones de la seguridad del Congreso Nacional, así como de la militancia de Libre.

Un estudio del 2021 del Instituto Universitario en Democracia Paz y Seguridad (IUDPAS) señala que este tipo de conflictividad aumento en los procesos electorales de 2021, en relación a los mismos en 2017.

Actualmente no hay un informe sobre esta problemática en los tres últimos años, pero muchos casos son evidentes públicamente. En el Congreso Nacional, los diputados de Libre Mauricio Rivera, Bartolo Fuentes y German Altamirano han tenido que responder ante justicia por atacar a otras diputadas, incluyendo a congresistas de su mismo partido.

Igual están los atropellos de la seguridad del Congreso Nacional contra las diputadas del Partido Salvador de Honduras (PSH) y a otras de la oposición, por supuesta orden del presidente del legislativo Luis Redondo.

Los casos más recientes son la agresión a Cossette López, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) a quien le atacaron también a su hija y luego está el asesinato de López.

Estas agresiones verbales, físicas, psicológicas, patrimoniales, atentados y asesinatos- busca la coacción, la intimidación y está golpeando fuerte a las mujeres, sostuvo la congresista Suyapa Figueroa, una víctima de este tipo de agresiones.

Ella considera que en el país siempre ha existido irrespeto a las mujeres que participan en política, pero durante este gobierno, la violencia política, “pienso que por la naturaleza del partido que está en el poder se ha incrementado de manera exponencial”.

Hemos visto como la violencia política contra las mujeres que participan dentro del mismo partido que está en el poder ha sido intensa. No digamos con las mujeres que participamos en oposición, que verdaderamente ha habido una flagrante falta de respeto y que no ha sido por activistas, sino por altos funcionarios del actual gobierno y miembros del Congreso Nacional.

Esto en realidad es grave, es lamentable, porque ya de por sí a las mujeres nos cuesta participar en política y ya con estas situaciones de intimidación, de agresividad. de exponer a nuestras familias, especialmente hijos, a situaciones de riesgo, pues desalientan aún más la participación de la mujer en política.

“No sentimos que hayamos avanzado en cuanto a respeto a nuestros derechos, sino que vamos en retroceso a pesar de tener una mujer presidenta”, lamentó Figueroa

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