Así era Ángel Eduardo Maradiaga, el menor hondureño que murió misteriosamente en un albergue de EEUU

Un misterio encierra la muerte Ángel Eduardo Maradiaga de 17 años, quien abandonó su natal Olanchito, Yoro, en busca de darle una mejor vida su madre sin imaginar que fallecería mientras estaba bajo custodia del Gobierno de Estados Unidos. Aquí los detalles de su trágico caso.

Fotos: Redes sociales

Ángel Eduardo Maradiaga era un joven hondureño de 17 años de edad, originario de la ciudad de Olanchito, en el departamento de Yoro, que salió del país rumbo a Estados Unidos buscando darle una mejor vida a sus familiares.

Sin embargo pese a recorrer un largo trayecto solo, y llegar a suelo americano, falleció trágicamente mientras se encontraba en custodia del Gobierno de Estados Unidos, específicamente en el albergue de Safety Harbor de Florida.

Pero lo extraño del caso es que las circunstancias de su muerte son hasta ahora desconocidas y encierran un enigma. Un escueto comunicado del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de Estados Unidos solamente informó que se encontraba en el albergue de la Florida al momento de su muerte.

“(El Departamento) está profundamente entristecido por esta trágica pérdida y nuestro corazón está con la familia, con quien estamos en contacto”, mencionó la agencia.

Cabe destacar que la encargada del albergue es la oficina para el Reasentamiento de Refugiados (ORR, por sus siglas en inglés), la cual es una división del HHS que es el responsable de alojar y cuidar a los niños migrantes que llegan a la frontera entre Estados Unidos y México sin tutores legales.

En una entrevista para Telemundo, la madre del menor, Norma Saraí Espinoza Maradiaga, se mostró consternada por la muerte de su hijo, a la vez que exigió justicia a las autoridades. “Es duro porque en este momento mi vida se me está acabando poco a poco, porque mi muchachito era mi todo”, expresó entre lágrimas.

Asimismo, la acongojada mujer dijo no entender cómo su hijo había fallecido mientras estaba en custodia del gobierno norteamericano. “No sé, no me explico. No puedo saber que fue lo que pasó y yo eso es lo que quiero, que se aclare todo esto para saber las verdaderas causas”, reclamó.

Ángel Maradiaga estudió hasta el octavo grado y luego se dedicó a trabajar. Antes de partir “mojado” el pasado 25 de abril a Estados Unidos trabajaba como ayudante en un taller de mecánica automotriz y su sueño era ver a su papá y trabajar para “ayudarme”, contó su progenitora.

El menor, que era un gran apasionado por el fútbol y lo practicaba desde niño, se iba a reunir con su padre y sus dos hermanos en Estados Unidos, ya que no los veía desde hace 5 años.

El menor llegó al albergue el 5 de mayo, pero cinco días después, el miércoles 10, fue encontrado inconsciente a las 8:00 de la mañana. Pese a los esfuerzos por reanimarlo, finalmente fue declarado muerto en un hospital.

Ángel era aficionado del Motagua y jugaba fútbol desde los 7 años de edad. Previo a su fallecimiento, “se estaba buscando la reunificación de los padres con el menor” explicó el Canciller, Eduardo Enrique Reina.

El canciller Reina además exigió que se realice una investigación exhaustiva y que de existir algún tipo de responsabilidad se aplique la ley.

Sumado a esto, en la últimas horas una prima y la propia madre del menor revelaron que sufría una condición médica que probablemente no fue bien atendida tras su llegada.

”Le dan ataques de epilepsia y en momentos tiene convulsiones”, declaró su prima, Ricky Espinoza, quien lo recibiría en Florida. “Migración me lo puso e incluso me dijo, no, estoy bien, ya todo pasó”, añadió.

Para Espinoza la muerte de su primo podría tratarse de un caso de negligencia, ya que en declaraciones para la cadena Univisión aseguro haberle comunicado a las autoridades que Ángel Eduardo necesitaba medicamentos. “Según nosotros el miedo pasa cuando uno saca los pies del río”, concluyó.