¿Cómo descubrieron al asesino serial Rex Heuermann tras 13 años de impunidad?

En varios años unas 11 mujeres fueron halladas muertas en situaciones similares en un sector de Nueva York, Estados Unidos y a pesar de las investigaciones, nada había logrado que las autoridades dieran con el paradero del responsable, hasta ahora, cuando un arquitecto fue capturado por los crímenes. Aquí te contamos cómo lo descubrieron.

Foto: Cortesía

Desde 2007 varias mujeres desaparecieron y fueron halladas sin vida tiempo después en el sector de Gilgo Beach, Long Island, Nueva York. Las características en los crímenes eran muy similares, pues las víctimas, en su mayoría, eran mujeres jóvenes que se dedicaban a trabajos sexuales.

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La primera en desaparecer fue Maureen Brainard-Barnes, en 2007. La mujer de 25 años vivía en Connecticut, pero llegó hasta Manhattan debido a su trabajo como sexoservidora, ahí se hospedó en un hotel y se encontró con un cliente, pero no se volvió a saber de ella. Fue el 13 de diciembre de 2010 en el lado norte de Ocean Parkway, cerca de Gilgo Beach, cuando las autoridades buscaban a una mujer llamada Shannan Gilbert y hallaron los restos de Maureen.

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A ella le siguió Melissa Barthelemy, de 24 años, quien desapareció el 12 de julio de 2009 tras salir a una cita con un cliente. Su cuerpo fue hallado el 11 de diciembre de 2010 cuando buscaban a la fémina llamada Shannan Gilbert.

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Megan Waterman tenía 22 años cuando fue vista por última vez el 6 de junio de 2010. La joven vivía en Scarborough, Maine, pero viajó a Nueva York para encontrarse con un cliente. Su familia se alarmó cuando se percató que no volvió a llamar para preguntar por su hijo de tres años.

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Waterman fue hallada sin vida el 13 de diciembre de 2010 en el lado norte de Ocean Parkway, Gilgo Beach, cuando buscaban Shannan Gilbert. Su hermana denunció que una persona utilizaba el teléfono celular de la víctima para bromear sobre su muerte.

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Amber Lynn Costello, desapareció el 2 de septiembre de 2010, a la edad de 27 años y fue vista por última vez en Long Island, donde trabajaba como trabajadora sexual.

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Su cadáver fue hallado el 13 de diciembre de 2010, en las cercanías de Gilgo Beach, cuando buscaban a Shannan Gilbert. Todas ellas fueron denominadas como los “Cuatro Gilgo”, por ser cuatro desaparecidas.

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Shannan Gilbert, de 24 años, desapareció en 2010 y como ya se explicó antes, su búsqueda condujo al hallazgo de 10 restos humanos, los de las cuatro jóvenes mencionadas y otros seis, por lo que las autoridades comenzaron a creer que había un asesino seria detrás de las muertes.

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La Policía inició una serie de investigaciones, pero fue imposible dar con la identidad del autor de los crímenes, pues no habían suficientes pistas. El caso pasó por al menos cinco administraciones en la comisaría y ninguna fue capaz de resolverlo. Hasta que en 2022, las autoridades se percataron que una camioneta involucrada en la desapareción de una de las jóvenes era muy similar a la de un arquitecto llamado Rex A. Heuermann.

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Rex A. Heuermann, arquitecto de 59 años, fingía llevar una vida tranquila, salía a trabajar todos los días en los diferentes proyectos que llevaba, mientras vivía en una casa consideraba “destartalada” por sus vecinos. De esa manera, logró pasar desapercibido varios años.

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Pero el relato de un testigo que vio a una de las jóvenes subir a una camioneta con las mismas características del carro de Rex hizo que la Policía centrara su atención en él. Descubriendo nuevas pistas: el hombre usaba dos teléfonos desechables para contactar a sus víctimas y al momento de la captura le fue encontrado uno de ellos, el cual se pudo comprobar que habría sido usado para hablar con las fallecidas.

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Además, la Policía que vigilaba su casa, logró rescatar de la basura restos de pizza que el hombre había consumido, los sometió a análisis de ADN y resultó ser el mismo de un cabello hallado en una prenda de una de las víctimas.

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También analizaron 11 botellas sacadas de su basura, con el fin de recolectar material genético. En sus teléfonos se encontraron búsquedas de casas de masajes y de sitios web donde algunas mujeres ofrecían sus servicios de prostitución.

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En sus registros financieros también hallaron pagos a sitios de masajes y en sus dispositivos encontraron búsquedas como “el caso Gilgo Beach”, búsquedas de pornografía violenta y hasta se descubrió que había sido él quien llamaba a la hermana de Megan Waterman para bromear sobre su muerte.

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Ahora, el arquitecto enfrenta cargos de tres homicidios y se le supone responsable de al menos uno más, aunque él y su defensa han negado cualquier implicación.

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