Enfermera negó ambulancia a niña hondureña que murió bajo custodia de la Patrulla Fronteriza

Aunque los padres de Anadith Tanay Reyes Álvarez le avisaron al personal médico de la Patrulla Fronteriza que la pequeña hondureña de 8 años ardía en fiebre, ellos hicieron caso omiso y no la movilizaron al hospital mientras estaba bajo su custodia. La menor murió y las autoridades estadounidenses están bajo la lupa por negligencia.

Foto: Redes sociales

Un día antes de morir, Anadith Reyes tenía 40.5 °C de fiebre y ya había experimentado varios días con síntomas de gripe, náuseas y dificultad para respirar.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) confirmó que los padres hondureños de la niña que nació en Panamá compartieron el historial médico con las autoridades el 10 de mayo, un día después de que la familia quedara bajo custodia.

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La Oficina de Responsabilidad Profesional de la CBP también detalló que una enfermera practicante se negó a examinar los documentos de la niña el día que murió, es decir el pasado 17 de mayo. La enfermera aceptó haber negado tres o cuatro solicitudes de ambulancia de la madre de la niña.

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La pequeña Anadith Tanay padecía una cardiopatía congénita y en una entrevista el 19 de mayo, su madre, Mabel Álvarez Benedicks, dijo que hace tres años la habían operado con éxito.

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El informe, basado en entrevistas con agentes de la Patrulla Fronteriza y personal médico contratado, deja al descubierto todo lo que salió mal durante los nueve días que estuvo la niña bajo custodia de las autoridades, entre ellos la negativa de trasladarla a un hospital.

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“A pesar de la condición de la niña, las preocupaciones de su madre y la serie de tratamientos necesarios para controlar su condición, el personal médico contratado no la trasladó a un hospital para recibir atención de mayor nivel”, dijo la Oficina de Responsabilidad Profesional.

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A la menor le diagnosticaron gripe el 14 de mayo en un centro de detención temporal en Donna, Texas, y la trasladaron con su familia a Harlingen. El personal tuvo alrededor de nueve encuentros con Anadith y su madre durante los siguientes cuatro días en la estación de Harlingen hasta su muerte.

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“(Esta muerte) fue una tragedia profundamente perturbadora e inaceptable. Podemos hacerlo mejor —y lo haremos— para asegurarnos de que esto nunca vuelva a suceder”, dijo sobre el caso Troy Miller, comisionado interino de la CBP.

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El doctor Paul H. Wise, profesor de pediatría de la Universidad de Stanford que estuvo en el sur de Texas la semana pasada para investigar el caso, dijo que era una muerte “prevenible” y que no se debe dudar en enviar a los niños enfermos al hospital, especialmente aquellos con condiciones crónicas.

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La madre de Anadith dijo que informó al personal sobre las condiciones de su hija, que incluían anemia falciforme, y pidió repetidamente asistencia médica y una ambulancia para llevarla a un hospital, pero se lo negaron hasta que la menor quedó inconsciente.

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La familia vive con parientes en la ciudad de Nueva York mientras se hacen los arreglos del funeral.

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