A ocho años del asesinato de Berta Cáceres, familiares y organizaciones mantienen vivo su legado

Manteniendo más vivo que nunca su legado en defensa de las tierras y los pueblos indígenas, familiares y diferentes organizaciones recordaron el octavo aniversario luctuoso del vil asesinato contra la activista y defensora de derechos humanos, Berta Cáceres. Como cada año, diferentes personas e instituciones rindieron tributo a la defensora y nuevamente exigieron al gobierno la defensa y protección de los defensores ambientales, además de hacer justicia contra los autores intelectuales del asesinato contra Cáceres.

Foto: Archivo/EL HERALDO/Cortesía

Berta Cáceres, coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), fue asesinada la madrugada del 3 de marzo del 2016 por pistoleros que entraron a su casa, en el municipio de La Esperanza, departamento de Intibucá, al occidente de Honduras.

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Desde muy joven, Cáceres se dedicó a la defensa del ambiente y sus recursos como el agua y las tierras que le corresponde a los pueblos lencas. De acuerdo a sus conocidos, la defensora amó a su pueblo y luchó contra las injusticias que lo aquejaban hasta el último día de su vida.

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Berta nació un 4 de marzo de 1971, fue madre de cuatro hijos. Cáceres se destacó por entrar para siempre en la historia del país y su lucha se asemeja a las realizadas en décadas del siglo pasado con Visitación Padilla, una defensora de la justicia, de la libertad y de la soberanía nacional, o como lo hizo la ambientalista Jeannette Kawas, asesinada en 1995.

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Junto a su entonces esposo, Salvador Zúñiga, fundó en 1993 el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), organización que la catapultó por la posteridad como una luchadora nacional e internacional del ambiente y que la condujo a ganar el 20 de abril de 2015 el premio medioambiental Goldman, el más importante en este campo y convirtiéndose en un orgullo para el país.

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El galardón le fue dado por librar una batalla que frenó la construcción hidroeléctrica de Agua Zarca, en el río Gualcarque, Santa Bárbara, proyecto que era financiado por la Corporación Financiera Internacional, institución del Banco Mundial, torciendo la mano de uno de los gigantes a nivel mundial.

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Cáceres se opuso activamente a los planes de la Empresa Desarrollos Energéticos S. A. (DESA) para construir la represa hidroeléctrica Agua Zarca en el río Gualcarque, debido a los daños que esta obra podía ocasionar al medioambiente. Dicha lucha le ocasionó múltiples amenazas de muerte que finalmente se vieron cumplidas la madrugada del 3 de marzo de 2016

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Con saña y por pedido expreso, un total de cuatro sicarios irrumpieron en su vivienda, apagando la vida de una heroína nacional que luchó por los desposeídos, sus derechos humanos, por el respeto de los recursos naturales del país y su comunidad.

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Más de cinco personas han sido detenidas a la fecha por la muerte violenta de la difunta coordinadora del Copinh, pero resta efectuar una orden de captura contra otro autor material involucrado, de quien no se ha revelado más detalles y son las organizaciones defensoras de derechos humanos quienes siguen exigiendo justicia.

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En total hay dos condenas, la primera en noviembre de 2018 en contra de ocho personas, posteriormente, en junio de 2022, se decretó una sentencia de 22 años, seis meses de reclusión en contra del Presidente Ejecutivo de la empresa DESA, Roberto David Castillo Mejía.

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Una condena de 22 años y 6 meses de reclusión, más las penas accesorias de inhabilitación absoluta y suspensión de la ciudadanía, se le dictó a Roberto David Castillo Mejía, declarado coautor del asesinato de la ambientalista. Castillo Mejía, quien se desempeñaba como presidente ejecutivo de la Empresa de Desarrollos Energéticos (DESA), fue condenado el pasado 5 de julio de 2021 tras un juicio que duró dos meses.

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A ocho años del repudiable crimen, se llevó a cabo este sábado -2 de marzo- la conmemoración del octavo aniversario de la muerte de Berta Cáceres, donde diferentes organizaciones le rindieron tributo a la ambientalista.

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Bertha Zúñiga, hija de la extinta defensora de derechos ambientales, se pronunció y aseguró que a ocho años del asesinato de su madre “hacemos memoria del dolor y horror al que nos somete el extractivismo empresarial-estatal, pero también hoy es el día del llamamiento”.

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