Así se está “tragando” el mar a toda una comunidad en Cedeño

Escenas dramáticas de viviendas y escuelas enterradas bajo la arena y el mar es el panorama que se viven en la playa de Cedeño donde todo parece una zona de guerra: hay escombros y personas lamentando tener que abandonar sus esfuerzos invertidos en una casa.

Escenas dramáticas de viviendas y escuelas enterradas bajo la arena y el mar es el panorama que se viven en la playa de Cedeño donde todo parece una zona de guerra: hay escombros y personas lamentando tener que abandonar sus esfuerzos invertidos en una casa.

Fotos: Marvin Salgado/EL HERALDO.

Cedeño, una aldea de Marcovia, Choluteca, tarde o temprano quedará completamente en el recuerdo de los hondureños pues el sector está condenado a quedar bajo el mar, según los pronósticos.

Foto: Marvin Salgado/EL HERALDO.

Los pobladores transcurren sus días entre la salada brisa marina y la constante expectación de que la tranquilidad sea interrumpida por las marejadas del Golfo de Fonseca que ya han dejado al menos 50 viviendas sepultadas bajo montañas de arena y las aguas amenazantes.

EL HERALDO fue testigo de la angustia de numerosas familias que no tienen a dónde ir y quedan expuestas a ser víctimas de las marejadas. También se evidenciaron escenas dramáticas de viviendas y escuelas enterradas bajo la arena y el mar.

Foto: Marvin Salgado/EL HERALDO.

Todo parece una zona de guerra: hay escombros y personas lamentando tener que abandonar sus esfuerzos invertidos en una casa.

Foto: Marvin Salgado/EL HERALDO.

Un campo de fútbol donde la comunidad se reunía para presenciar eventos deportivos ahora es un terreno lleno de arena. Varias viviendas que se construyeron hace muchos años en tierra firme, a varios kilómetros del mar, ahora están sumergidas en el Golfo.

Foto: Marvin Salgado/EL HERALDO.

La principal escuela pública de Cedeño, Michel J. Hasbum, tenía el privilegio de tener una impresionante vista al mar, pero las oleadas están haciendo que la casa de estudios quede poco a poco sepultada bajo la arena. La escuela ya ha sido cerrada.

Foto: Marvin Salgado/EL HERALDO.

El sol, la arena y el mar parecen conspirar contra las playas sureñas de Honduras, donde las playas se ahogan y las construcciones retroceden. Las autoridades locales piden ayuda, pero hasta ahora lo más que se ha realizado es la intervención de Copeco.

Foto: Marvin Salgado/EL HERALDO.

Entre las familias que ponen en peligro sus vidas está doña Karen, quien en lugar de desayunar a las 7:00 de la mañana, está usando una pala para sacar toda la arena que ha invadido su vivienda, donde también viven tres menores de edad. Ella es trigueña y de aspecto robusto, pero ya rebasa los 70 años. “Estoy sacando toda esta arena porque el mar se mete aquí constantemente”, dijo a EL HERALDO.

Foto: Marvin Salgado/EL HERALDO.

En medio de casas derrumbadas y otras sepultadas por las olas, doña Raquel Estrada junto a su madre de 89 años y su pareja sentimental cuentan cómo el mar los deja sin hogar. “Mire, esta es nuestra casa, pero tenemos que estar aquí porque adentro todo está inundado y lleno de arena. Aquí es donde dormimos, en esta arena”, contaba mientras se le escapaban un par de lágrimas.

Foto: Marvin Salgado/EL HERALDO.

También hay historias como la del hondureño Carlos Espinoza, a quien el mar se tragó su casa y ahora vive en la calle, refugiado en algunas chozas, con cada marejada el mar solo sigue ganando terreno. “Esto mata sentimentalmente a cualquiera. Justo aquí era mi casa, yo vivía con mis hijos y mi mujer, pero mire ahora, quedamos en la calle. Dormimos donde nos agarra la noche, aunque ultimadamente nos hemos venido a meter a chozas (champas) para estar en la noche”, contó el angustiado hombre.

Foto: Marvin Salgado/EL HERALDO.

El mar ha ido “avanzando” hasta inundar 105 metros en 17 años, declaró a la AFP con base en el informe Jorge Reyes, jefe de Proyectos de Coddeffagolf. El escrito establece cómo era Cedeño en 2004 y luego en 2021.

Los datos más actuales dictan que, en los últimos 30 años, el pueblo ha perdido cuatro calles. El agua se ha comido seis cuadras, las casas de 600 familias, seis hoteles, cuatro salones de fiestas, las oficinas de Hondutel, un laboratorio de camarón y un kínder.

Foto: Marvin Salgado/EL HERALDO.

Y el panorama a futuro es más complicado de lo que parece pues, “Cedeño podría desaparecer por completo en 100 años”, advierte un informe del organismo no gubernamental Comité de Defensa y Desarrollo de la Flora y Fauna del Golfo de Fonseca (Coddeffagolf).

Foto: Marvin Salgado/EL HERALDO.

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Desaparece bajo la arena