Despedida a un gran hondureño: las honras fúnebres para el doctor Aguilar Paz

“Las palabras sobran, cuando se trata de despedir a un gran ser humano”, dice uno de los mensajes de uno de sus colegas, que engloba el legado que hoy el ejemplar doctor, Enrique Aguilar Paz. Sus amigos, familiares, colegas y alumnos, regarán la semilla que dejó este gran hondureño en cada una de las personas con las que compartió en vida. Aquí le detallamos un poco más de su trayectoria.

Foto: El Heraldo

Los adornos florales y sus fotografías son solo una muestra de agradecimiento por su aportación al país, pues durante muchos años Aguilar Paz fungió como unos de los mejores médicos en su especialidad, reforzando el sistema de salud en el país.

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Sus seres queridos llegaron a darle sus mensajes de agradecimiento en su féretro color café. A través de las redes sociales, sus allegados han dejado sus relatos de cómo este hondureño marcó su vida, destacando su profesionalismo tanto como médico como docente y diputado.

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Sin embargo, aunque su cuerpo abandonó el mundo terrenal, su legado se mantendrá vivo en cada uno de los hondureños que dejó una huella. Durante su trayectoria, Aguilar Paz fue considerado un hombre ejemplar por su rectitud personal, el apego a las reglas de la moral y su compromiso.

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Considerado un hombre polifacético, pues fue médico, catedrático, científico, político, diplomático, altruista y escritor, Aguilar Paz ha marcado la vida e historia de los hondureños por su espíritu incansable de lucha.

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Nacido en el municipio de Pespire, Choluteca, el 15 de febrero de 1931, en el hogar del doctor Jesús Aguilar Paz y la señora Eva Cerrato, el científico hondureño desde sus estudios primarios en la Escuela Álvaro Contreras, hasta sus estudios universitarios como médico general en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en 1956.

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Siendo hijo del autor del primer mapa de Honduras, Jesús Aguilar Paz, a quien admiró por la docencia, historia, geología y cartografía, Aguilar Paz dio un salto a la rama de la medicina y se convirtió en ministro de Salud de Honduras (1972- 1978).

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El honorable científico se especializó en otorrinolaringología en la Universidad Nacional de Buenos Aires, Argentina. De esta misma especialidad, realizó más estudios, congresos, diplomados y posgrados en países como Argentina, Chile, Uruguay, Colombia, México, Panamá, Costa Rica, El Salvador, Estados Unidos, España y Alemania.

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Su preocupación por los avances en un mejor sistema de salud en Honduras hizo que impulsara la reforma del plan de estudios de las Ciencias Médicas. Fue profesor de la Facultad de Ciencias Médicas en la cátedra de ORL (1958-1972) y docente en la facultad de Medicina de la Universidad Nacional, cargo en el que fue electo por unanimidad por el período de 1964-1967.

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También fue miembro de la Asamblea Nacional Constituyente en 1981 y candidato presidencial por el Partido Innovación Nacional y Unidad- Social Demócrata (PINU-SD) y diputado por ese mismo partido político.

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Su aportación al país durante su vida, ha marcado el corazón de muchos hondureños, donde algunos de estos, que fueron alumnos e incluso pacientes, agradecen su gran labor por su ayuda en las Ciencias Médicas.

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Su velatorio se está llevando a cabo en la funeraria La Auxiliadora y posteriormente su cuerpo será sepultado en el cementerio Jardines de la Paz Suyapa, en Tegucigalpa.

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