Develan busto en honor al zar antidrogas Julián Arístides González

Julián Arístides González Irías, conocido como el zar antidrogas de Honduras, fue un hombre de temple firme y una figura clave en la lucha contra el narcotráfico en el país, logrando importantes avances antes de ser asesinado mientras dirigía la Dirección Nacional de Lucha contra el Narcotráfico (DLCN), en su honor recientemente fue develado un busto en la Academia Militar de Honduras, General Francisco Morazán.

Fotos: X.

González Irías nació el 24 de febrero de 1952 en La Ceiba, Atlántida, y su muerte, que sigue impune, no ha borrado el legado de su lucha contra el narcotráfico, que alcanzó renombre internacional.

En su juventud, González Irías se destacó en la Academia Militar General Francisco Morazán, graduándose en 1972 como el primero de su promoción, y a lo largo de su carrera en las Fuerzas Armadas, alcanzó el rango de general, siendo apodado “El Tieso” por su firmeza.

Tras su baja honrosa de las Fuerzas Armadas en 2002, González Irías fue nombrado en 2003 como jefe de la DLCN, bajo el Ministerio Público, donde lideró esfuerzos para combatir el narcotráfico en todas sus formas.

Durante su gestión, González Irías desmanteló al menos cinco pistas clandestinas usadas para el tráfico de drogas en varias regiones de Honduras, como Olancho, Santa Bárbara, Yoro, Colón y Gracias a Dios (La Mosquitia).

González Irías fue responsable de múltiples arrestos y la incautación de cinco toneladas de cocaína, golpeando fuertemente las estructuras criminales que utilizaban a Honduras como ruta de paso de drogas hacia Norteamérica.

Bajo su liderazgo, Honduras dejó de ser simplemente un punto de tránsito para el narcotráfico, y las acciones de González Irías fueron reconocidas tanto a nivel nacional como internacional.

La Embajada de los Estados Unidos calificó a González Irías como un socio eficaz en los esfuerzos para combatir el narcotráfico, resaltando su dedicación y eficacia en esta lucha.

Su vida fue trágicamente truncada mientras servía como jefe de la DLCN, y aunque su asesinato no ha sido resuelto, su legado permanece como un símbolo de la lucha antidrogas en Honduras.

A lo largo de su carrera, González Irías demostró una dedicación insobornable y un accionar contundente contra las redes criminales, lo que le ganó el respeto tanto de sus compañeros como de organizaciones internacionales.

González Irías fue una figura clave en el desmantelamiento de operaciones de tráfico de drogas en Honduras, y su firmeza en el combate contra el narcotráfico lo convirtió en un héroe a nivel local e internacional.

La muerte de Julián Arístides González Irías, ocurrida mientras lideraba la DLCN, sigue siendo un caso de impunidad en Honduras, pero su trabajo y sus logros en la lucha contra el narcotráfico continúan siendo recordados.