Exigencias de justicia y mucha expectativa: ambiente en los juzgados por caso de Romeo Vásquez

La audiencia inicial en contra del general en condición de retiro, Romeo Vásquez Velásquez, y dos ex altos mandos militares: Venancio Cervantes Suazo, exsubjefe del Estado Mayor Conjunto, y Carlos Roberto Puerto Fúñez, excomandante del Comando de Operaciones Especiales, fue retomada la mañana de este sábado y esto captó la cámara de EL HERALDO.

Foto: Emilio Flores| EL HERALDO

Los imputados fueron trasladados desde la cárcel de Támara, en el valle de Amarateca, hasta los juzgados en La Granja.

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Un fuerte dispositivo militar resguardó el vehículo donde los exmilitares eran llevados para continuar con su proceso judicial.

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Hermes Ramírez, el abogado de Romeo Vásquez, fue uno de los primeros en llegar a los Juzgados capitalinos.

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También se hizo presente Lícida Zelaya, la esposa de Romeo Vásquez, quien se detuvo un momento para hablar con los medios de comunicación.

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El abogado Jaír López y el resto del equipo legal de Carlos Roberto Puerto Fúñez, excomandante del Comando de Operaciones Especiales, otro de los imputados.

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A la audiencia inicial también llegaron representantes de organismos defensores de derechos humanos, para vigilar el respeto a los derechos de los acusados.

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Medios de comunicación y algunos manifestantes también se congregaron en las afueras de los juzgados en Tegucigalpa.

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Los tres exmilitares fueron capturados el domingo 5 de enero, acusados por el crimen de Isy Obed Murillo, un joven de 19 años asesinado en junio de 2009, cuando formaba parte de un concurrido grupo de personas que aguardaba el aterrizaje del expresidente Manuel Zelaya en la pista del aeropuerto Toncontín, luego de que Zelaya fuese derrocado y llevado contra su voluntad a Costa Rica. Isy Obed recibió un disparo en la cabeza, presuntamente, luego de que un militar disparara, en cumplimiento a órdenes de reprimir a la multitud.

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En ese momento, Romeo Vásquez era el jefe del Estado Mayor Conjunto, por lo que se le señala como responsable de ejecutar el golpe de Estado y de dar instrucciones como las que ocurrieron el día en el que Isy fue asesinado. De igual forma se acusa a los otros dos exmilitares.

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Los delitos que se les imputan son homicidio y lesiones graves en perjuicio de Isy Obed Murillo, pero recientemente se mencionó que la parte acusadora ha pedido la recalificación de los delitos (por unos más graves), la defensa se opone. “Nos oponemos a la recalificación de los delitos porque consideramos que no reúne los requisitos establecidos en la norma procesal para llevarse a cabo”, explicó Hermes Ramírez, abogado de Romeo.

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Por su parte, la familia de Romeo Vásquez ha negado que él sea responsable de la muerte del joven manifestante y han tildado la captura del general retirado como una “persecución política”.

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Ellos han dicho que no solo esperan que se demuestre su inocencia, sino que tras la audiencia, el juez determine medidas distintas a la prisión para los acusados, pues no desean seguirlos viendo recluidos en la cárcel de Támara.

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Los familiares de Romeo Vásquez alegan que además de su avanzada edad, él tiene algunas enfermedades crónicas que se podrían complicar si continúa detenido.

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Por su parte, José David Murillo, padre de Isy Obed Murillo, dijo que espera que el juez imparta justicia, pues su familia lleva casi 16 años sufriendo el crimen de su hijo, sin que los responsables hayan sido castigados.

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“Mataron a mi hijo, estoy dispuesto a que me maten a mí también”, dijo al ser consultado si teme las represalias que podría recibir por parte de los acusados y sus allegados.

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