¿Qué es la tos ferina, enfermedad que causa preocupación en Honduras?

En el presente año, Honduras ha reportado un incremento de casos de tos ferina. Estos son los síntomas y lo que debe hacer un paciente en caso de contagio.

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La tos ferina es una enfermedad bacteriana altamente contagiosa, cuya principal característica es ocasionar una tos violenta e incontrolable que puede dificultar la respiración.

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Una de las complicaciones más comunes de la enfermedad es un sonido “convulsivo” profundo cuando el paciente trata de inspirar.

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El padecimiento es causado por la bacteria Bordetella pertussis.

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La tos ferina, también llamada tos convulsiva, es una enfermedad grave que puede afectar a personas de cualquier edad y causar discapacidad permanente en los bebés e incluso la muerte.

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Los síntomas de la infección a menudo duran seis semanas, pero pueden durar hasta 10 semanas.

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Los síntomas iniciales son similares a los de un resfriado común. En la mayoría de los casos la enfermedad empieza a manifestarse una semana después de la exposición a la bacteria.

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Los episodios graves de tos pueden comenzar alrededor de 10 a 12 días más tarde. En bebés y niños la tos a veces tiene como consecuencia un “estertor”, un sonido que es producido por la persona cuando trata de tomar aire.

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Los episodios de tos en los pacientes pueden llevar al vómito e incluso a una breve pérdida del conocimiento. Además, en los bebés suelen ocurrir episodios de asfixia y pausas largas en la respiración.

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Otros síntomas de la enfermedad son rinorrea, fiebre leve y diarrea.

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La tos ferina suele ser más grave entre la población infantil, siendo una causa importante de enfermedad y muerte entre este grupo.

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En Honduras la tos ferina no está erradicada, pero sí controlada. De acuerdo a los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la última década se han reportado 661 casos de la enfermedad, siendo el 2016 y 2017 los años con más casos (152 y 266 respectivamente).

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Para prevenir que los menores se enfermen y fallezcan a causa de esta enfermedad, en Honduras las autoridades sanitarias, a través del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) aplican tres dosis de la vacuna a los menores de un año y dos refuerzos a los menores de cinco años.

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En caso de contagio, existen tratamientos con antibióticos que deben ser indicados por un médico. Estos tienen como fin hacer que los síntomas desaparezcan rápidamente.

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Entre los bebés de 18 meses, se requiere una constante supervisión, debido a que la respiración puede detenerse temporalmente durante los ataques de tos.

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Los médicos recomiendan no utilizar jarabes para la tos, expectorantes y antitusígenos.

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